Una vez más, el matutino porteño La Nación salió en defensa de la corporación militar y publicó un editorial, este domingo, en coincidencia con el Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura, en donde releva de responsabilidades a los oficiales que en Malvinas sometieron a torturas y vejámenes a sus propios soldados.
Además, en la columna que representa el pensamiento de sus propietarios, las familias Mitre y Saguier, La Nación consideró “saludable” el fallo que, en forma dividida, emitió la Cámara Federal de Casación Penal, gracias a los votos de los jueces Daniel Petrone y Diego Barroetaveña, en donde sostienen que las torturas en Malvinas no constituyen delitos de lesa humanidad, y por lo tanto están prescriptos.
La Nación, además de celebrar el “saludable fallo”, descalifica a los soldados conscriptos que sufrieron esos tormentos nombrándolos como “presuntas víctimas de supuestas torturas y maltratos”. En cambio, reverencia a los torturadores como “personal superior de las Fuerzas Armadas”.
La publicación del diario aliado de la dictadura de 1976 hace un elogioso recorrido por los fundamentos y disposiciones del vergonzoso fallo de Casación: Habla de actos que “carecen del requisito de ser cometidos en el contexto de un ataque sistemático y generalizado hacia la población civil”, condición que no cumplirían los delitos, según esa visión.
También señala que, si se hubiera aceptado la condición de lesa humanidad de las torturas, se habría consagrado una “manifiesta arbitrariedad”, insistiendo en la teoría de que se trató de “delitos aislados” cometidos por miembros de la última dictadura.
Increíblemente, La Nación ensalza el argumento de los camaristas sobre que las denuncias se produjeron 24 años después de la contienda armada, en “injustificada dilación”, fuera de “un plazo razonable” que merecerían los denunciados, ignorando el inmediato manto de ocultamiento de pruebas y documentación y las amenazas hacia los soldados, que los propios militares impusieron apenas terminado el conflicto. Y que lograron sostener por varios años gracias a protección judicial y política, hasta la desclasificación documental.
“La insistencia en estas acciones judiciales contra militares de todas las jerarquías con procedimientos que no respetan la ley, la igualdad de todos los ciudadanos ante ella, y la citada garantía de ser juzgado en un plazo razonable, es producto de una política basada en el odio ideológico y la discriminación”, escribe el editorialista de La Nación en clara defensa de la corporación militar.
La reacción
El abogado Pablo Vassel, denunciante en la causa judicial por torturas, fue una de las primeras voces en repudio del “perverso” editorial de La Nación, tal como lo calificó.
“Es un acto de perversión extrema que desconoce las gravedades de los hechos sucedidos en Malvinas y que quiere perpetrar la impunidad para represores y quienes cometieron violaciones de derechos humanos”, le dijo Vassel a la agencia Télam.
El letrado remarcó además que se trata “del quinto o sexto editorial que La Nación dedica al caso, siempre impulsando la impunidad”, reflejo de lo que considera “una continuidad histórica” de un diario que “se enriqueció con la dictadura militar y hoy intenta, en una devolución de favores, ayudar a la impunidad de los perpetradores” de las graves torturas, que sin dudas constituyen violaciones a los derechos humanos.
Fuentes:
La Nación
https://www.lanacion.com.ar/editoriales/malvinas-y-derechos-humanos-nid26062022
Télam
Por Agenda Malvinas
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