Así lo hicieron saber a través de una publicación realizada este viernes 21 por el sitio web Mercopress; medio que recoge las opiniones de dos de los legisladores, que mayor oposición en términos ambientales habían realizado a los proyectos de explotación petrolera que se vienen gestando desde 2010 a la fecha y que tiene a la empresa Rockhopper (ahora asociada con Navitas); como protagonista central, a través de un plan de producción con fecha de inicio para 2023/24, en el yacimiento Sea Lion/León Marino ubicado a 244 km al norte del archipiélago malvinero.

Cuando se les preguntó sobre la industria petrolera, al legislador John Birmingham dijo: "Es un asunto de la opinión de la mayoría, personalmente no puedo emocionarme con eso". En tanto que su par Pete Biggs, manifestó: “que odia la idea de entrar en un estado de producción en las islas”, pero que, sin embargo, "puedo ver el sentido si está debidamente regulado".

Birmingham, identificado por ser uno de los principales opositores a la cría de salmones en cautiverio a nivel industrial; fue consultado sobre si veía un conflicto entre los compromisos ambientales de la Asamblea y el objetivo de avanzar con los hidrocarburos; “no” dijo el legislador; “porque si algo sucediera, las regulaciones serían tan estrictas y respetuosas con el medio ambiente como sea posible”.

Petróleo para invertir en infraestructura

El sentido del visto bueno del sector ambientalista lo blanqueó Pete Biggs, al reconocer que para crecer en la colonia "necesitan gastar mucho dinero en nuestra infraestructura" y que parte del programa, es "para hacer de las Malvinas un lugar mucho más verde" a través de obras de gestión de residuos y un nuevo sistema de energía "que se incorporará gradualmente", para generar “más y más energías renovables”.

“Existe la posibilidad de una extracción de hidrocarburos constructiva, bien administrada y bien regulada”, admitió Biggs.

La que también opina en la nota, es la directora interina de Recursos Minerales del gobierno Kelper, Andrea Clausen, quien dio algunas precisiones, 1) que "en el plan de entrega de apoyo, hay una serie de objetivos que incluyen establecer prioridades legislativas identificadas para apoyar el desarrollo y la producción de petróleo y gas"; 2) que ese trabajo "asegurará el nivel apropiado de preparación (…) para que comience el proyecto Sea Lion”; y 3) que incluirá "el desarrollo de políticas y leyes sólidas (y la actualización de las regulaciones existentes), a través de la identificación de las mejores prácticas en otras jurisdicciones, y recomendando la mejor opción para las soluciones estén alineadas con las mejores prácticas actualizadas en la industria del petróleo y el gas en todo el mundo”.

 Y en cuanto al primer punto, Clausen profundizó: “El desarrollo petrolero solo procederá una vez que (se) haya implementado todas las leyes y políticas necesarias para garantizar que cualquier futura exploración o explotación petrolera se realice de acuerdo con los estándares ambientales actualizados y de una manera tan sostenible como sea posible".

Lo expresado tanto por Birmingham, Biggs y Clausen, también fue ratificado por la directora de Recursos Naturales de la Legislatura de Malvinas Teslyn Barkman, quien garantizó que "el compromiso colectivo de la Asamblea es continuar apoyando la sanción de hidrocarburos".

“Nuestra economía extractiva conlleva la responsabilidad de proveer para el futuro. Esto requiere la administración de nuestra biodiversidad y el equilibrio ambiental. Esto es reconocido por todos los miembros. Continuaremos brindando supervisión (al gobierno) para garantizar que los hidrocarburos se ajusten a las Malvinas, a la medida de nuestras necesidades y desafíos”, agregó Barkman.

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Por Agenda Malvinas