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Mariano Memolli: “Argentina necesita decidir su futuro en la Antártida”

El ex Director Nacional del Antártico Mariano Memolli explicó en diálogo con Agenda Malvinas que el país se encuentra en un punto crítico para su presencia en el continente austral. “Argentina necesita cuadruplicar la cantidad de científicos que investigan en la Antártida”, sostuvo.

2 de octubre de 2022 11:05

“Actualmente no existen incentivos para ir hasta la Antártida y los proyectos se sostienen gracias a la vocación de sus integrantes”, lamenta el ex Director Nacional del Antártico.

El destacado referente y ex Director del Instituto Antártico Argentino, Mariano Memolli, comentó en diálogo con Agenda Malvinas cuáles son los principales desafíos para impulsar la posición argentina en el continente austral. “Las últimas décadas estuvieron marcadas por el desarrollo y la innovación”, señaló, “y las bases argentinas han quedado desactualizadas”. De acuerdo con su análisis, Argentina se encuentra en un punto de inflexión donde deberá decidir si quiere recuperar su protagonismo en la cuestión antártica, o si cederá su posición ante este contexto de cambios dinámicos.

Según consideró el doctor Memolli, para comenzar a mejorar la situación es necesario repensar la función de cada base, y diseñar una política acorde a las potencialidades argentinas. “Esto significa tomar nota de los proyectos en curso -explicó-, cuántos implican la participación de cooperación internacional, cuáles involucran la formación de nuevos científicos y cuántos doctorandos trabajan en el proyecto”. Para optimizar el esfuerzo nacional en la presencia y la permanencia en la Antártida, resulta indispensable mejorar el registro de las actividades en curso.

El ex Director Nacional del Antártico comentó que la Base Carlini, en la Isla 25 de Mayo, es la única estación que ha tenido crecimiento en el último tiempo, y en la que existe un mayor despliegue del trabajo en investigación. Sin embargo, el porcentaje de científicos que permanecen en actividad durante todo el año es demasiado bajo, lo que representa uno de los desafíos más importantes para la Argentina ya que actualmente solo se cubre el 25% de la capacidad requerida. “Especialmente en aquellas áreas en las que interviene la ingeniería”, puntualizó el especialista “como el trabajo con satélites de órbita baja, que pasan sobre el continente antártico para obtener imágenes fotográficas”.

“Por otra parte”, agregó Memolli, “se necesita dar un paso importante en materia de infraestructura, para crecer en términos de espacios científicos dentro de las bases”. Además de laboratorios y equipamiento, explicó, Argentina necesita contar con plataformas navales científicas: buques preparados para la investigación en el entorno polar. Según comentó, este aspecto podría reportar mejoras en el próximo tiempo, ya que el ARA Almirante Irizar se encuentra en proceso de reconstrucción para adecuarse a las funciones de un buque logístico dedicado a la tarea.

 PRESENCIA, REPRESENTACIÓN Y PARTICIPACIÓN

Además de la preocupación por la infraestructura y los recursos humanos, Argentina se encuentra en la necesidad de fortalecer su representación dentro de los organismos internacionales que se encargan de pensar las políticas antárticas. Al respecto, Mariano Memolli explicó que varios países de reciente incorporación han ingresado con gran iniciativa, para garantizarse un lugar dentro de estos espacios. “De pronto se han sumado países como Turquía -comentó-, que ha pasado de no tener un programa antártico a ocupar un asiento en la vicepresidencia del Comité de Investigaciones Científicas SCAR”. Otro caso destacado sería el de Colombia, que se abre al desarrollo antártico con un importante despliegue de recursos.

 “En cuanto a las potencias con presencia histórica”, agregó Memolli, “debemos tener en cuenta la enorme inversión que viene realizando el Reino Unido, donde la competición contra Argentina juega para ellos un rol determinante”. En paralelo al interés que demuestra la inversión, el Reino Unido ha trabajado en fortalecer sus vínculos y su asociación dentro de estos organismos para legitimar su perspectiva dentro del escenario internacional. A su vez, continúan surgiendo espacios de debate como el Comité de Protección Ambiental, donde se toman decisiones multilaterales. “Esto es importante”, sostuvo el especialista, “porque existe un innegable uso político de las conclusiones científicas, principalmente desde las potencias con intereses económicos sobre el continente antártico”.

Un ejemplo se puede hallar en la postura presentada por algunos países, según la cual el turismo impactaría menos sobre el medioambiente que la actividad científica. “Mediante una lectura amañada de los datos, financiados obviamente por compañías interesadas en la expansión de su negocio, se ha instalado este falso debate”; explicó Memolli, y agregó: “Denunciar esta connivencia no significa que estemos en contra del turismo, sino que tenemos un compromiso con la verdad”. En la actualidad la posición de los grandes operadores del mercado turístico se ha consolidado, llegando al punto de imponerse sobre los gobiernos y frenar algunos de sus proyectos.

La pandemia por Covid-19 y el contexto internacional generado tras la guerra en Ucrania produjeron el retroceso de muchos proyectos al sur del paralelo 60°. Este contratiempo, sin embargo, representa para la República Argentina la oportunidad de recuperar su posición en la Antártida gracias a la cercanía con el continente polar. Consultado sobre este punto, Mariano Memolli comentó: “Nuestro país había comenzado a perder impulso en los años previos a la pandemia, con la discontinuidad de programas en el área de medicina y psicología. La crisis económica profundizó este deterioro, ya que actualmente no existen incentivos para ir hasta la Antártida y los proyectos se sostienen gracias a la vocación de sus integrantes”.

El desaliento hacia los científicos que trabajan en el continente austral se complementa con las condiciones del campo laboral, cuyas oportunidades de progreso se concentran en el sector privado o el extranjero. Según explicó el especialista, Argentina necesita cuadruplicar la cantidad de científicos que investigan en la Antártida, algo que sólo puede lograrse mediante una consolidación de políticas de Estado que permanezcan ajenas a la alternancia de los partidos en el gobierno.

IGUALDAD E INTEGRACIÓN EN LA ANTÁRTIDA

A pesar de la coyuntura producida por el desfinanciamiento, existen aspectos de la política antártica que han logrado sostener su implementación. Como Director del Instituto Antártico durante el período 2003-2016, el doctor Mariano Memolli dio impulso a la incorporación de mujeres como Jefas de Base en la Antártida. “Nuestro primer objetivo era buscar que las actividades fueran designadas sin consideración del género de la persona encargada”, explicó, “evaluando solamente su preparación y capacidad. Pero luego comprendimos que era necesario trabajar sobre una cuestión cultural que hacía que los hombres no siguieran órdenes de las mujeres, así que comenzamos a preparar Jefas de Base para que ocuparan cargos jerárquicos”.

La coordinación de un equipo de trabajo en la Antártida, según explicó el especialista, exige contar con experiencia en una multiplicidad de aspectos. La preparación de mujeres para puestos jerárquicos representó en ese momento una apuesta a largo plazo, cuyos resultados están comenzando a ser visibles. “Hoy Argentina destaca en este aspecto -sostuvo Memolli-, con una política de inclusión hacia la diversidad sexual y la identidad de género, a pesar de las dificultades y los obstáculos que se nos interpusieron para lograr estos cambios”.

 “En principio nos pareció que se trataba de una función natural de la Dirección del Antártico”, recordó, “para garantizar la igualdad de oportunidades; y no había conciencia de la trascendencia que podría tener la difusión de estos cambios, porque nuestra postura era que no debería tratarse de algo a considerar”. En décadas anteriores, los científicos o científicas podían sufrir rechazo para viajar a la Antártida por el hecho de ser gays o lesbianas. Pero gracias al trabajo interno de la institución, Argentina ocupa hoy un lugar en la vanguardia de países comprometidos con la igualdad como política de Estado. “Hoy incluso pueden ser Jefes o Jefas de Base”, sostuvo, “y eso nos llena de orgullo”.

En un campo profesional marcado por la colaboración internacional, explicó Memolli, lograr una posición oficial acerca de cuestiones que hacen a los derechos de las personas marca una diferencia significativa. Sin embargo, comentó, aún existen aspectos pendientes para el desarrollo de la inclusividad en el trabajo antártico, especialmente desde una planificación de los proyectos que incorpore la cuestión de la accesibilidad. “Por ejemplo con la discapacidad motriz”, sostuvo, “que no debería ser un impedimento, con las capacidades actuales de comunicación, para que alguien pueda dirigir un proyecto desde su hogar en el continente americano”. Para el referente en cuestiones antárticas lo fundamental es comenzar a trabajar en la búsqueda de estas soluciones, ya que es mucho lo que se puede hacer con los recursos y las posibilidades que Argentina tiene actualmente a su alcance.

Por Agenda Malvinas

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