Entre los adelantos realizados el pasado jueves 16, por la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti, respecto a las distintas actividades que el mandatario nacional supuestamente iba a realizar en su visita a Ushuaia y a la Base antártica Vicecomodoro Marambio, estaba el de anunciar el traslado del organismo nacional a Ushuaia. "Se va a anunciar que se está trasladando a Ushuaia la sede del Instituto Antártico, que hoy está en Buenos Aires”, había dicho Cerruti.

La promesa lleva varias décadas y en todas ellas, hubo contramarchas que impidieron lograr ese cometido; de traer a la capital de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas de Atlántico Sur, la sede de organismo de referencia. “El problema lo tenemos con los gremios, que no quieren saber nada de su traslado”, había argumentado el Secretario de Malvinas Guillermo Carmona en noviembre pasado.

De todos modos, más allá del anticipo de la portavoz, Alberto Fernández no realizó el anuncio y el plan traslado, volvió a quedar en el ámbito de las promesas.

El presidente llegó a Ushuaia, el martes 21 a última hora y el miércoles a las 10:17 despegó hacia Marambio, aterrizando nuevamente en el aeropuerto de la capital fueguina a las 19:10. Minutos después, 19:45, junto a una reducida comitiva arribó a la sede de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, donde dejó inaugurado un edificio de aulas de 2800 mts2 y filmó un corto publicitario en el SUM del mismo.

Sin saludar, ni siquiera tener contacto visual con los pocos hombres y mujeres de los medios locales que se habían quedado esperado durante largas horas el arribo del presidente, con rostro de agobio o de mal humor, el jefe de Estado fue trasportado en un vehículo oficial del gobierno de la provincia a las 20:45 al aeropuerto, de donde retornó a Buenos Aires.

Por Agenda Malvinas