Y no es para menos. Hace poco tiempo, el periodista John Lee Anderson publicó en la revista The New Yorker un extenso artículo donde caracteriza a Milei como “un economista libertario dado a provocaciones escandalosas”, además de considerarlo un personaje "rimbombante y errático" con políticas de "ultra derecha".
Realmente podemos decir que Anderson se quedó corto al caracterizar a un jefe de Estado que encabeza un gobierno títere del imperialismo angloyanqui y del sionismo, que viene empujando a la humanidad entera hacia una III Guerra Mundial.
Como recordaremos, a los pocos días de haber asumido, Agenda Malvinas hizo pública la noticia sobre la posibilidad que el diplomático de carrera y economista, Renato Carlos Sersale di Cerisano, ocuparía el cargo de embajador argentino ante las Naciones Unidas. Pero eso no sucedió, ya que Sersale, que se unió al cuerpo diplomático de Argentina en 1979, desempeñándose como representante en distintos organismos de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York hasta el final del gobierno de Carlos Saúl Menem; en octubre de 2016, tras la firma del Acuerdo Foradori-Duncan, Sersale generó el primer gran rechazo -principalmente entre los excombatientes-, tras quejarse que la relación de Argentina con Gran Bretaña había sido “malvinizada”. Dos años después, nuevamente formuló expresiones en contra de los intereses argentinos sobre Malvinas, cuando calificó al gobierno de usurpación británico en las islas australes, como las “máximas autoridades” de las islas. Finalmente, el polémico Sersale di Cerisano, fue designado por medio de la decisión administrativa 97/2024, como Director del Instituto del Servicio Exterior de la Nación del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
Tras haber dado la espalda al Congreso de la Nación, luego de haberlos tildado de ratas y puesto en vigencia un dispositivo antiprotestas que el pueblo bautizó como “el protocolo de la Bullrich”, las afrentas contra el pueblo argentino continuaron con la firma del Decreto 70/23 y el anuncio del envío al Congreso del Proyecto de Ley Bases puso en guardia a millones de argentinos y argentinas que comenzaron, con movilizaciones y protestas, a defenderse ante la agresiva política del gobierno de Milei.
En medio de tan convulsionado inicio y al calor de las protestas nacieron las multisectoriales. A tal punto se habían caldeado los ánimos que hasta la CGT tuvo que decretar un paro en tiempo récord. Aprovechando la situación, la secretaría de Malvinas de Cancillería amplió sus competencias a principios de enero.
Desde Agenda Malvinas informamos que de esta forma la gestión de Milei, a través de la Secretaría de Malvinas de la Cancillería, que conduce Paola Di Chiaro, sumó a las cuestiones de Antártida y Atlántico Sur; la Política Oceánica. Con una comunicación para la prensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina, encabezado por Diana Mondino; dio a conocer que la secretaría de Malvinas incorporó “Política Oceánica” aunque sin describir a qué aspectos de la misma hacía referencia.
Dicen que al rengo se lo conoce por la pisada. Será por eso que el gobierno de Tierra del Fuego opinó, tan tempranamente, que Milei pretendía reflotar el Acuerdo Foradori-Duncan. El secretario de Malvinas de la provincia austral, Andrés Dachary; dijo que “apostar a la ‘cooperación’ con el Reino Unido, parece poco menos que ingenuo y la repetición de recetas fracasadas, y que en esencia enmascaraban un desapego total con nuestra Causa Nacional”.
Las declaraciones, que destacamos en Agenda Malvinas, se dieron en el marco de los 191 años del inicio de la usurpación británica. La Cancillería argentina reafirmó los legítimos derechos de soberanía de nuestro país sobre Malvinas. Esto fue considerado como positivo por Dachary, sin embargo, el funcionario provincial advirtió el tono conciliador del Ministerio de Relaciones Exteriores que dirige Diana Mondino con el gobierno usurpador al señalar que pretende “mantener una relación madura con el Reino Unido, que contemple un diálogo sustantivo y constructivo”. Para Dachary, el comunicado reflota el terminado Acuerdo Foradori-Duncan que apuntaba a cooperar “eliminando todos los obstáculos para el desarrollo de las Islas” entre “todos los interesados” en contraposición a la disputa que supone el reclamo soberano argentino.
A mediados de enero, Agenda Malvinas informaba que Milei se reunió con David Cameron, manifestando que hablaron del apoyo británico a la Argentina ante el FMI y también de Malvinas. El presidente reveló detalles del encuentro que mantuvo con el canciller británico en el Foro Económico de Davos. Cameron, a diferencia de Milei, no hizo referencia a Malvinas. Al día siguiente, Gran Bretaña desmintió los dichos de Milei y negó que se haya puesto en “agenda” el tema Malvinas. El títere se había excedido, al expresar que ambos gobiernos avanzarían en “soluciones sobre el tema”. Desde Londres lo pusieron en su lugar, asegurando que para la pérfida Albión el tema Malvinas no necesita “solución”. La respuesta vino desde el Foreign Office.
Pocos días después, Agenda Malvinas publicó la noticia de que el rompehielos británico RRS Sir David Attenborough navegó por aguas argentinas sin autorización. El gobierno de Tierra del Fuego pidió a Cancillería “tome las medidas” para que “terceros Estados” no presten asistencia a buques británicos ya que la embarcación recaló en Chile.
Además, manifestó como deseo que la navegación del rompehielos británico con bandera ilegal de las “Falklands Islands” sea “una casualidad” y no parte de concesiones del gobierno de Javier Milei al Reino Unido en su reciente encuentro con Cameron. Lamentablemente, la realidad demostraría lo contrario ya que la circulación de buques y aeronaves británicas, principalmente militares, se ha intensificado en el Atlántico Sur. Incluso, el senador nacional, Pablo Daniel Blanco, pidió información del buque británico que navegó por aguas argentinas con bandera de “Falklands”. Quería saber si el gobierno “prevé denunciar ante la Organización Marítima Internacional el uso de bandera ilegal y si formará parte de la Agenda Malvinas” de Milei con Gran Bretaña.
A fines de enero, Milei dijo que pretendía abrir el diálogo sobre Malvinas a cambio de beneficios comerciales. El presidente argentino sorprendió al sugerir conversaciones "adultas" con el Reino Unido sobre Malvinas. La pregunta que nos hicimos desde Agenda Malvinas fue: ¿Está dispuesto a declinar el reclamo de soberanía a cambio de mejores condiciones comerciales? Es lo que se deducía tras la propuesta británica de "términos comerciales más favorables".
A mediados de febrero, el gobierno de Milei apoyó a Israel basándose en el mismo falaz argumento que sostienen los ingleses usurpadores implantados en Malvinas para ocupar Malvinas y propuso trasladar la embajada argentina en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, ciudad que los israelíes pretenden esgrimiendo el derecho a la autodeterminación.
Casi en simultáneo, Federico Sturzenegger presentó un mapa de Argentina sin Malvinas. Tal como lo denunciamos desde Agenda Malvinas, el asesor estrella del presidente Milei brindó un panorama del país en una universidad de los EE.UU, mostrando un mapa de la Argentina sin el archipiélago malvinero ni el sector antártico argentino. Sturzenegger no quiso presentarse en el Congreso de la Nación para defender la Ley Ómnibus -de la que reconoció haber colaborado en la escritura- pero sí se hizo un huequito en su agenda para viajar a Miami a dar una conferencia para, justamente, hablar del proyecto que volvió a foja cero. Y en apenas una conferencia de 30 minutos pintó un panorama digno del reino del revés, al punto de considerar que hay un Presidente dispuesto "a consensuar" con los bloques opositores. El asesor estrella reapareció en el Foro Panamericano de la Escuela Herbert de Negocios de la Universidad de Miami, donde confesó que trabajó en la confección tanto del DNU desregulador como de lo que él denominaba "Ley Bases".
A fines de febrero, informábamos que Milei le abrió la puerta a la empresa del gobierno británico que da internet a Malvinas. Se trataba de OneWeb, empresa de comunicaciones satelitales que también da cobertura gubernamental y militar a los enclaves coloniales en Malvinas, Asunción y Santa Elena. De esta forma el gobierno de Milei autorizó a que las empresas tecnológicas Starlink, de Elon Musk, Amazon, de Jeff Bezos, y OneWeb del gobierno británico y empresas Barthi; puedan operar en la Argentina y ofrecer el servicio de internet vía satélite.
A comienzos de marzo, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) reiteró su "más firme apoyo a los derechos legítimos" de Argentina sobre Malvinas. Dicho apoyo se sostuvo, aunque Javier Milei no fue ni envió a ningún representante. A pesar del desplante, presidentes y diplomáticos de 32 países miembros de la CELAC ratificaron su apoyo al reclamo del pueblo argentino.
Pero los desplantes y las formas insultantes no solo serian para los de afuera, sino también para los de adentro. Espert, en nombre de Milei, amenazó con desmantelar el sub régimen industrial de Tierra del Fuego. "Mientras el gobierno ilegítimo en Malvinas avanza con un nuevo puerto, José Luis Espert quiere destruir a Tierra del Fuego”, planteó el intendente de Río Grande, Martin Pérez. En un infantil enfrentamiento con Mauricio Macri, su padrino político, Milei lanzó, a través de la incontinencia verbal del diputado Espert, una amenaza directa que afectaría gravemente a la provincia de Tierra del Fuego. "Acá la manera de hacerte millonario en la Argentina es una gran cagada para el país porque es una manera prebendaria, corrupta, de negocios truchos como Tierra del Fuego", se le escuchó decir al inefable Espert en radio Rivadavia. El sub régimen de promoción industrial, vital para la economía fueguina y para el consumo de artefactos electrónicos y celulares del país, se transformó así en el blanco de la furia oficialista.
Semanas más tarde, a fines de marzo, informamos que los usurpadores de Malvinas impulsaron la explotación petrolera y el desarrollo portuario ante la pasividad del gobierno de Javier Milei. Mientras la gestión presidencial de Milei coquetea en reuniones diplomáticas con funcionarios de Gran Bretaña, los usurpadores se disponen a desarrollar la industria petrolera y la construcción de un puerto que consolidará el enclave colonial. Se conoció un comunicado de las ilegítimas autoridades de las Islas Malvinas, anunciando que se priorizarán las inversiones presupuestarias y el trabajo de las áreas administrativas en función de los proyectos de explotación de los recursos naturales de la zona y de aquellos que permitan mejorar las vías de comunicación.
En el acto por el 2 de abril, Milei ponderó a Roca, no nombró a Gran Bretaña, ni habló del avance colonial en Malvinas. Convocó a la sociedad a iniciar una “nueva era” de reconocimiento de las Fuerzas Armadas, y llamó a los jefes del Estado Mayor Conjunto y a las organizaciones de veteranos de Malvinas a que formen parte del Pacto de Mayo que pretendía firmar en Córdoba.
Horas después después, Milei aseguró que la construcción de un Polo Logístico Antártico con EE.UU. es parte de su estrategia para recuperar Malvinas. El mandatario destacó el hecho de haber cantado el himno y la marcha de Malvinas frente a funcionarios norteamericanos cuando la Jefa del Comando Sur, Laura Richardson, visitó nuestro país. Dijo que la construcción de una base militar, que podría tener participación de Estados Unidos, “es el primer paso para empezar a pensar la recuperación de Malvinas”. Luego vendría la compra de los F-16 a Dinamarca con el consentimiento de los EE.UU.
Como si todo esto fuera poco, Carlos Foradori, el que firmó borracho un pacto a favor de los usurpadores de Malvinas, fue designado por el gobierno de Javier Milei representante permanente de la Argentina ante los Organismos Internacionales en Ginebra mediante el Decreto 317/2024, publicado en el Boletín Oficial. Foradori, exvicecanciller del gobierno de Macri, responsable del ignominioso acuerdo denominado Foradori-Duncan que liberó el bloqueo a la colonia británica y que potenció el saqueo pesquero y la explotación petrolera en Malvinas por parte de los usurpadores.
Y para terminar de completar, Milei sostuvo que quiere una Argentina dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a pesar de la Base Militar existente en Malvinas. El gobierno Nacional solicitó ingresar como “socio global” de la OTAN, aún cuando la Alianza Atlántica mantiene en Malvinas, la mayor base militar de todo el hemisferio Sur. A través de una carta de intención presentada por el ministro argentino de Defensa, Luis Petri, el gobierno de Milei pidió ser parte de la OTAN. Por dicho motivo, Petri se reunió con el secretario general adjunto de la OTAN, el rumano Mircea Geoana, en el cuartel general ubicado en Bruselas. Luego, mantuvo un encuentro con el Secretario General Adjunto para Asuntos Políticos de la alianza militar transatlántica, el español Javier Colomina.
No sabemos si podemos exclamar “nos robaron el mes de abril”, como dice la canción. Seguramente, el gobierno del títere de occidente, nos viene robando algo más que una hoja del almanaque. Y si no, preguntemos a los jubilados y jubiladas que les cortaron hasta los medicamentos o a los niños y niñas que solían comer en los comedores a los que el gobierno de Milei les niega los alimentos.
Pero lo que pudimos afirmar, desde Agenda Malvinas, fue que el plan británico que cumpliría el gobierno de Javier Milei era hacer negocios sin hablar de Malvinas, compartir información científica en materia pesquera, recuperar el vuelo de Brasil, utilizar la identificación de los caídos en la guerra como moneda de cambio, involucrar a la Argentina en la guerra Rusia-Ucrania y condicionarla militarmente a través de la OTAN.
Lamentablemente, nuestras afirmaciones se vieron confirmadas en una extensa entrevista publicada por el diario Clarín, a fines de abril, donde la embajadora del Reino Unido en Argentina, Kirsty Hayes, desplegó el plan que Gran Bretaña le viene a imponer al gobierno títere de Javier Milei con relación a Malvinas, en materia económica, bélica, científica y de inversiones de sus empresas en nuestro país.