El gobierno traspasará el control administrativo de dos bases antárticas y de refugios que se encontraban bajo la órbita del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto al Ministerio de Defensa. Se trata de las bases Carlini y Brown, que desde 2003 están bajo la gestión de la Dirección Nacional del Antártico (DNA), dependiente de la Cancillería. A partir de que se firme la resolución, las bases y los refugios pasarán a ser administradas al Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR), Ministerio de Defensa.
La medida fue comunicada por Diana Mondino durante la celebración del día de la Dirección Nacional del Antártico (DNA) y por Paola Di Chiaro, secretaria de Malvinas, Antártida, Política Oceánica y Atlántico Sur, el lunes 5 de agosto pasado.
Tal como lo plantea el diario Ámbito, “se trata de un retorno al origen, ya que el Ministerio de Defensa tenía el control administrativo de la totalidad de las bases del sistema antártico argentino. Esa orgánica se había modificado en 2003 mediante un decreto de Eduardo Duhalde que transfirió la DNA a Relaciones Exteriores donde hoy revista bajo la Secretaría de Malvinas, Antártida, Política Oceánica y Atlántico Sur”.
Según trascendió, la recuperación del control logístico-administrativo por parte del Ministerio de Defensa comenzó en el viaje a la Antártida que hizo Milei en enero pasado junto a Petri, Mondino, Di Chiaro, el entonces ministro del Interior, Guillermo Francos (actual jefe de Gabinete), la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, y el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), de Naciones Unidas, Rafael Grossi.
La medida acordada entre Mondino y Petri se encuentra enmarcada en la política de ajuste y reestructuración que plantea el gobierno de Milei. Con el chamuyo de “restablecer el control administrativo, -compras y contrataciones públicas- unificado de las 13 bases en Defensa” pretenden hacer creer que esto, por sí solo, hará “eficiente el gasto” y ahorrará recursos.
Una pañuelo celeste al frente del ajuste
Cynthia Hotton, directora a cargo de la DNA deberá “lidiar con el cambio y reasignar al personal que antes se ocupaba de compras y licitaciones”. Hotton, quien fuera compañera de fórmula como candidata a vicepresidenta de Juan José Gómez Centurión en 2019, estrenó su puesto de directora del Antártico en la 36° Reunión General Anual del Consejo de Gerentes de Programas Nacionales Antárticos (COMNAP), organismo internacional que integran la mayoría de los países firmantes del Tratado Antártico, responsables de planificar y llevar a cabo operaciones antárticas en apoyo de la ciencia.
Tal como lo ha señalado el portal REALPOLITIK, “este ‘traspaso logístico’ encubierto implicaría que la Cancillería deje de administrar las instalaciones bajo su cargo, lo que podría constituir una violación del artículo I del Tratado Antártico, que prohíbe, entre otras cosas, ‘toda medida de carácter militar’. La transferencia de la administración de las instalaciones antárticas al ministerio de Defensa, como señala el expediente, podría contravenir este principio”.
Esta pérdida de la administración de las bases y refugios, por parte de la Cancillería en el continente antártico, debilitaría a la DNA y podría reducir el control sobre posibles "maniobras militares" en la Antártida, las cuales están expresamente prohibidas por el acuerdo del Tratado Antártico, suscripto en diciembre de 1959 por doce países, entre los cuales se encuentra la Argentina. Su entrada en vigencia operó en 1961 suspendiendo por 40 años las controversias sobre reclamos de soberanía en el continente.
El traspaso trasgrediría la ley 18.513, que concede a la DNA la responsabilidad integral sobre la actividad Antártica Argentina, incluyendo la programación, coordinación, y control, y su contribución a la política nacional antártica. Además, la norma también designa a la DNA como autoridad encargada de la protección ambiental bajo las leyes 24.216 y 25.260, y atribuye a la mencionada dirección la representación de Argentina ante el Consejo de Administradores de Programas Antárticos Nacionales (COMNAP) y la Reunión de Administradores de Programas Antárticos Latinoamericanos (RAPAL).
Trabajadores de la Cancillería indicaron a REALPOLITIK que “el impulso para este traspaso proviene de la secretaría de Malvinas, Antártida, Política Oceánica y Atlántico Sur, a cargo de la Secretaria Paola Di Chiaro, quien trabaja en dicho organismo asesorada por personal militar y mantiene una estrecha relación con el Ministerio de Defensa debido a su anterior cargo como secretaria de Estrategia y Asuntos Militares en dicho ministerio”.
Las sesiones de la 36° Reunión General Anual del Consejo de Gerentes de Programas Nacionales Antárticos finalizó el viernes 16 de agosto y se intercambió información para la temporada de investigación antártica 2024/25, como así también sobre proyectos de modernización de infraestructura en curso y los desafíos que conlleva la creciente presión del turismo en el continente blanco.
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