Totalmente a contramano de la política de defensa soberana que encabeza el gobernador Gustavo Melella por el avance colonial británico que día a día habilita el gobierno nacional respecto a la Cuestión Malvinas; la legislatura de Tierra del Fuego le obsequió en bandeja a Javier Milei, la presidencia de la Comisión Nº 7: Malvinas, Atlántico Sur y Antártida; a través de su representante de Republicanos Unidos, Agustín Coto.
La decisión del cuerpo legislativo donde el oficialismo constituido en la coalición entre Forja y el Movimiento Popular Fueguino maneja políticamente el cuerpo; no solo no acompaña o supera el lineamiento político de Gustavo Melella en defensa de los derechos soberanos vulnerados en el Atlántico Sur, sino que por el contrario; se mantiene excesivamente desinteresada del debate nacional respecto a lo que viene sucediendo desde el 2016, a consecuencia del Acuerdo Foradori-Duncan alcanzado por Gran Bretaña con el gobierno de Mauricio Macri.
Es una legislatura prácticamente zombi. Miró, no vió y nunca dijo nada en cuanto a la condescendencia a la intromisión británica sostenida por Alberto Fernández desde 2019 en adelante. Y así continúa cómodamente en la misma actitud desde fines de 2023 a la fecha.
No la mueve, ni despierta, la declarada entrega de soberanía de un presidente como Javier Milei que no solo sostiene su admiración por Margaret Thatcher, sino también a la alineación política, económica, militar y cultural a las Estados Unidos de Norteamérica, socios históricos del Reino Unido, hasta en la Base de la OTAN montada en Malvinas.
La oficialización de la composición de las ocho comisiones permanentes de la legislatura de Tierra del Fuego, se realizó el pasado miércoles 17. Así pudo conocerse lo que se sabía desde comienzo de año. Las autoridades designadas para la Comisión Nº 7: Malvinas, Atlántico Sur y Antártida fueron las siguiente; “Presidente: Agustín Coto (Republicanos Unidos), Vicepresidente: Federico Sciurano (Forja), Secretario: María Laura Colazo (Partido Verde)”.
Un triángulo político que ni en el mayor rapto de optimismo, los británicos ocupas de Malvinas se atreverían a imaginar. Pero que la legislatura de Tierra del Fuego; de la provincia que por derecho histórico, geográfico, geológico, diplomático y soberano, se permite a esta altura de los hechos (191 años de usurpación), con sospechosa irresponsabilidad.
Sino cómo se entiende, que en este contexto político nacional, donde en el acto del pasado 2 de abril Javier Milei ni hiciera mención de la ocupación colonial en las Islas Malvinas; ni de sus desbastadores efectos económicos y jurisdiccionales, ni sobre la visita de David Cameron, ni de los ejercicios militares del mes pasado. Que aún llegando a Ushuaia a medianoche, realizando acuerdos con generala Laura Richadson, la jefa del Comando Sur de los EE.UU. que compromete los destinos de la Nación y de la Provincia; una legislatura que debería estar trabajando en la construcción de un “escudo misilístico” legal que se oponga a las decisiones unilaterales de los sucesivos gobierno y la cancillería probritánica porteña; haga exactamente lo contrario.
No cabe duda alguna, que la Asamblea Legislativa del ilegítimo gobierno que usurpa las Islas Malvinas; le pone mucho más empeño y decisión a sostener y consolidar su posición colonial, que el parlamento fueguino a defender lo que le soberanamente le corresponde.