1.800 empleados cesanteados por la paralización de obra en las hidroeléctricas del río Santa Cruz

La empresa china Gezhouba ofreció financiamiento, pero la construcción se detuvo debido a la reducción del gasto público por parte del gobierno de Javier Milei. Ahora comunicaron la cesantía de alrededor de 1.800 trabajadores.

13 de enero de 2025 13:44

Antes de ser detenida, la obra había alcanzado un avance del 42% en la represa Cepernic y un 20% en la Kirchner.

Desde 2023, Argentina sufre la paralización de uno de sus más ambiciosos proyectos de energía renovable, la construcción de las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en la provincia de Santa Cruz

No solo simboliza un estancamiento en el avance hacia una matriz energética más sostenible, sino que también pone en riesgo miles de empleos y afecta las relaciones comerciales con China.

Las represas, concebidas para generar 5.093 GWh anuales de energía limpia, se iniciaron en 2015 gracias a un acuerdo entre ENARSA, la empresa estatal argentina, y la Unión Transitoria de Empresas (UTE) encabezada por la china Gezhouba

Con una inversión total estimada en 5.000 millones de dólares, el proyecto tenía como objetivo no solo enriquecer la oferta energética nacional, sino también incrementar la autonomía energética de la región. 

Sin embargo, el avance de la obra, que había alcanzado un 42% en la represa Cepernic y un 20% en la Kirchner antes de ser detenida, se ha visto frustrado por la falta de inversión estatal desde principios de 2023.

La situación se vuelve más compleja dado el contexto de la administración de Javier Milei, cuyo enfoque ha sido la aplicación de una “motosierra” de recortes dramáticos en búsqueda del equilibrio fiscal

A pesar de que Gezhouba había ofrecido financiamiento significativo, incluyendo un aporte de 480 millones de dólares en 2022 y la promesa de inyectar otros 500 millones en 2023, la política de reducción de gasto público del nuevo gobierno ha impuesto un obstáculo insalvable para la continuidad del proyecto. Así, la empresa china ha anunciado la cesantía de cerca de 1.800 trabajadores vinculados a la construcción, dejando solo una mínima dotación para preservar las obras.

Los trabajadores afectados se encuentran en una situación de incertidumbre, lo que eleva la preocupación en las comunidades locales que dependen de estas fuentes laborales

En términos diplomáticos, la decisión de detener las obras podría afectar la relación de Argentina con China, un socio clave en diversas áreas de inversión y comercio.

Aunque el portavoz presidencial, Manuel Adorni, ha minimizado estos efectos, el descontento de un gigante económico como China no debería subestimarse. 

Las afirmaciones del Gobierno sobre preservar la relación bilateral se enfrentan a la realidad de los hechos: un proyecto que fue visto como emblemático para el futuro energético del país se tambalea ante la falta de apoyo gubernamental.

La promesa de un “nuevo programa de ejecución de obra viable” elaborado entre las partes dependerá en gran medida de la voluntad política del gobierno actual. La falta de inversión y la decisión de esperar a que la situación económica cambie plantean serias dudas sobre la capacidad de Argentina para avanzar hacia una matriz energética renovable

En un momento en que el mundo busca alternativas sostenibles, Argentina parece estar perdiendo una invaluable oportunidad para aprovechar sus recursos hídricos renovables.

FUENTE:

EL DIARIO 24

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