Graves sucesos ocurridos en la prisión de Puerto Argentino se conocieron estas semanas, aunque algunos de ellos datan de algún tiempo atrás, ya que fueron convenientemente ocultados por las irregulares autoridades tanto carcelarias como del gobierno británico que ocupa aquel territorio argentino.
Todo se desató cuando a mediados de mayo pasado, un recluso de la prisión denunció haber sido agredido y abusado racialmente por otro preso. Pero, además, el hombre consignó en una carta que las autoridades carcelarias, lejos de protegerlo o ayudarlo, lo amenazaron para que no difunda la agresión.
El ataque en la prisión quedó registrado en un video que finalmente logró alguna difusión de manera que llegó a los medios locales.
El episodio accionó como disparador para que se conocieran también otros increíbles videos, en donde el recluso agresor y dos de sus compañeros, se exhiben muy animados en sus calabozos con música de rap a todo volumen fumando -presuntamente- marihuana, bebiendo “alcohol de cárcel”, con varios teléfonos celulares a su disposición, consolas de video juegos, billetes por un valor de unas £200, dos televisores y una notebook.
Al tomar estado público semejantes irregularidades, desde los propios medios de prensa les pidieron explicaciones a las autoridades carcelarias y a uno de los ilegítimos asambleístas que ejerce en la colonia.
“Como se indicó anteriormente, estos asuntos han sido investigados a fondo. La investigación ahora está cerrada” respondió por mail una directora de Servicios de Emergencia, Pam Trevillion.
Confirma además que se inició un procedimiento disciplinario, que “sería inapropiado hacer más comentarios”, y que “cree” que la prisión “ahora está funcionando de acuerdo con la ley y las buenas prácticas”.
Los tres presos agresivos y protegidos son los tres tripulantes neozelandeses del buque San Aspiring, que con bandera de ese país pescaba merluza negra con licencias -ilegales- de Georgias. Estando de receso en Malvinas, protagonizaron agresiones y desórdenes violentos en un bar de Puerto Argentino, la noche del 29 de junio de 2020. Fueron detenidos y condenados, en agosto de ese año, a purgar condenas por 14, 12 y 8 meses, respectivamente.
Pedido de informes
En un correo electrónico enviado a esas autoridades, el semanario Penguin News sostiene en referencia al ataque de los tres neozelandeses y a las irregularidades reveladas en los videos difundidos:
Que se ignoraron solicitudes del personal para hacer cumplir las reglas y se realizaran registros.
Que no se llevaron a cabo regularmente búsquedas, rutinarias o dirigidas por inteligencia, mientras los prisioneros involucrados estaban en prisión (dos de los tres ya fueron liberados).
Que el director de la prisión aplicó leyes, reglamentos y políticas “a su antojo” y mostró “doble rasero y desprecio por la justicia”.
Que el personal habría cometido un acto de mala conducta, y que eso se manejó internamente
Que el personal daría tratos preferenciales a los tres reclusos dándoles recados, tarjetas telefónicas adicionales, internet, videollamadas “extras”, una tarjeta SIM, etc.
Que no se sancionó a los reclusos acusados de abuso verbal a otros reclusos y al personal, agresión física y amenazas.
Que los presos introdujeron de contrabando un teléfono móvil en la prisión
Que tres teléfonos pasaron de propiedad penitenciaria pasaron a posesión de los reclusos.
Fuente:
Penguin News
Merco Press
Por Agenda Malvinas
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