Durante este fin de semana, circuló en los grupos de whatsapp de los excombatientes de Malvinas, una fotografía que generó fuerte indignación entre los soldados. Allí se lo puede ver a Nicolás Kasanzew, corresponsal del gobierno dictatorial del General Leopoldo Fortunato Galtieri, en la guerra de 1982 -y único periodista argentino en el conflicto-; sentado junto a un grupo de militares, quienes antes de permanecer en el frente de batalla, previo al anochecer; se alojaban en el hotel o en las casas de los kelpers en Puerto Argentino para disfrutar de una charla distendida, regada de abundante whisky y de cerveza; antes de disfrutar de una buena cama, con sábanas limpias y de un cuarto calefaccionado.
No es otro que el gran colaborador de la política de ocultamiento del desastroso plan de recuperación armada de las Islas Malvinas, al que propio Informe Rattenbach calificó de “aventura militar”.
El curro de Malvinas
Kasanzew es un personaje que ha venido utilizando a los excombatientes durante cuatro décadas para su prédica política y sus negocios, construyendo un relato heroico mentiroso para tapar el desastre bélico de una guerra no planificada, ni coordinada por las tres fuerzas militares actuantes; que finalmente quedó descubierto con la desclasificación de los archivos de la guerra dispuesto en abril de 2015.
Como un hecho único entre los corresponsales civiles de las diferentes guerras en el mundo, Kasanzew; quien sin ser militar ni poseer instrucción, fue elevado al rango de Veterano de Guerra por las mismas Fuerzas Armadas Argentinas a las que él apañó; recibiendo medalla y diploma, cobrando además de una pensión honoraria y un sueldo como oficial del Ejército.
En su inexistente trayectoria periodística posterior en el País, Nicolas “Nico” Kasanzew; publicó dos libros; uno en el mismo año de la guerra: “Malvinas a sangre y fuego”; y en 2007: “La pasión según Malvinas”; dos compendios apologista de la gesta de Malvinas, basada en hechos heroicos particulares de los soldados , pilotos y unidades de combate, sin que aparezca por ningún lado la desorganización, la descoordinación, la falta de planeamiento y los horrores de una guerra conducida por una dictadura genocida que replicó en Malvinas, los mismos actos de represión y tortura que venía aplicando a la sociedad civil en el continente, desde el 24 de marzo de 1976.
Además de seguir haciendo un stand up de Malvinas a las que él denomina charlas; desde el 15 de febrero de este año, fue premiado por la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel; como titular de la Dirección de la Gesta de Malvinas en el Senado, accediendo por ello a un sueldo varias veces millonario.