“El Gobierno de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur pedirá la reapertura del Consejo Nacional de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, creado por Ley 27.558, en el año 2020”. Así lo informó la gestión de Gustavo Melella este domingo a través de un comunicado oficial publicado en el sitio web de la Provincia, luego del anuncio realizado por el Secretario de Malvinas de Tierra Fuego Andrés Dachary, a raíz del discurso del presidente Javier Milei del 2 de abril, donde postuló el principio de autodeterminación de la población implantada por el imperio británico en las Islas Malvinas. Funcionario fueguino que adelantó que planteará su reactivación en la reunión del Consejo Federal de Relaciones Exteriores, a celebrarse los próximos 21 y 22 de abril en la provincia de Santiago del Estero.
Lo cierto, es que el organismo que el gobierno fueguino quiero resucitar, nació casi muerto. Y no solo eso, sino que era fuertemente cuestionado por la mayoría de sus miembros, incluido Melella y Dachary; por su destacada inacción y opacidad con el que funcionó desde noviembre de 2020 a diciembre de 2023, en que Alberto Fernández dejó la presidencia. Más aún porque ni siquiera se permitía opiniones y críticas externas de sus propios miembros -a los que el funcionariado albertistas amenazaban con expulsar-, cuando algunos de ellos formulaban alguna oportuna advertencia sobre el avance británica y la dejadez gubernamental de la Argentina.
Más aún, cuando en su normativa el Consejo Nacional se arroga funciones delegadas constitucionalmente de manera exclusiva al Presidente de la Nación y no a un organismo de tercer orden. Por ejemplo; “diseñar e implementar políticas de Estado que tengan por objeto efectivizar el ejercicio pleno de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los Espacios Marítimos e Insulares Correspondientes”.
Confundido y desorientado; atrapado en la telaraña anglófila y de entrega soberana que el gobierno de Javier Milei a tejido con todo éxito para los británicos, el gobierno fueguino, testigo cómplice y silencioso de la entrega que se estaba fraguando; intenta ahora demasiado tarde; hacer algo que lo diferencia de la política libertaria.
Como un relator ajeno a la tragedia y no con la responsabilidad que le cabe en este incalificable proceso de traición a la Patria que se materializó este 2 de abril a 43 años de la recuperación temporal de las Islas Malvinas; el funcionario de Melella, da gritos de horror y espanto desde la comodidad de su despacho, mientras se desbarranca el principal argumento que sostuvo la Argentina por casi 70 años, y que el mundo libre apoyó.
“Literalmente lo que hizo el Presidente fue regalarle aquel objetivo por el que los británicos venían trabajando diplomáticamente durante años. Es muy difícil salir al mundo a construir apoyos, cuando tu Primer Mandatario hace ese acto de un suicidio político en términos internacionales, de pretender reconocer algo que no aplica en Malvinas”, dijo Dachary.
“El principio de autodeterminación no corresponde porque la población de las islas fue implantada por la fuerza, desalojando a nuestros compatriotas que allí residían, y a sus autoridades legalmente constituidas. No hay antecedentes en la democracia y en la historia argentina de alguien que haya defeccionado de esta manera contra los principales argumentos de la postura de nuestro reclamo soberano”, aseguró.