La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Córdoba cuestionó la posibilidad de que la fábrica de armamento de Río Tercero, parte de la empresa pública Fabricaciones Militares (FM), firme un acuerdo con la empresa checa CSG Defence. Este convenio implicaría la producción de armamento destinado a abastecer a Ucrania en su conflicto con Rusia, lo que ha generado preocupación entre los trabajadores y el gremio.
CSG Defence, un conglomerado industrial y tecnológico de la República Checa, ha estado involucrado en la fabricación de armamento para varios países, incluyendo a aquellos que apoyan a Ucrania en el marco de las políticas de la OTAN. Recientemente, representantes de esta empresa visitaron la planta de FM en Río Tercero con el objetivo de convertirla en una Sociedad Anónima y adquirir acciones de la misma.
David Salto, secretario general de ATE Río Tercero, expresó su inquietud sobre el futuro de la planta, afirmando que la producción estaría destinada exclusivamente a la exportación y no al abastecimiento del mercado interno. “Nos dijeron que la Ley Savio es muy bonita, pero ya no es relevante. Lo que se produzca será para la guerra en Ucrania”, comentó Salto, quien también destacó que los directivos han presionado a los trabajadores para aceptar la transformación de la planta o enfrentar el cierre.
El anuncio se produce en un contexto más amplio de realineamiento de Argentina hacia la producción de armamento, evidenciado por un reciente memorando firmado entre el ministro de Defensa argentino, Luis Petri, y su par checa, Jana Černochová.
Salto subrayó que FM fue creada para garantizar la soberanía nacional y no para hacer negocios con potencias extranjeras, especialmente en el marco de la OTAN, que ha sido históricamente vista con recelo en el país debido a la base militar instalada en las Islas Malvinas en conjunto con el usurpador británico y los ejercicios militares permanentes en el Atlántico Sur.
Los trabajadores de FM también manifestaron su preocupación por la posible privatización de la fábrica argentina de aviación FADEA, lo que añade otra incertidumbre sobre el futuro de la industria de defensa en el país. Salto advirtió sobre la falta de claridad en las condiciones laborales y la posibilidad de que se eliminen los convenios colectivos existentes, lo que podría debilitar la representación de los trabajadores.
Fabricaciones Militares, fundada en 1941, ha sido un pilar de la industria de defensa nacional, produciendo desde vehículos hasta tecnología de frontera. Sin embargo, la posibilidad de que la planta de Río Tercero se convierta en un centro de producción bélica para el extranjero generó un fuerte rechazo entre los trabajadores, quienes temen que esto signifique un giro radical en la misión de la empresa.
“Todo lo que se va a hacer ahora será producción bélica, nada civil. Estos inversores están buscando expandir las capacidades de producción para satisfacer la demanda de Ucrania”, concluyó Salto, enfatizando que la situación actual es diferente a la de los años noventa, cuando la producción bélica se realizaba de manera clandestina.
La denuncia de ATE Córdoba resuena en un contexto de creciente preocupación por la soberanía y la independencia de la industria nacional.