La flota gallega que opera en Malvinas en sociedad con empresas radicadas en esas islas -cuya temporada de verano concluirá a fin de abril-; ya adelantó datos casi definitivos sobre la campaña que se inició en febrero luego del fracaso de la segunda campaña del año anterior; que tuvo que suspenderse al no haber calamar loligo. Especie endémica en aguas del Atlántico Sur.
Según indicó Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo, todo apunta a que las capturas superarán las 40.000 toneladas e incluso podrían llegar a 50.000, en función de los últimos diez días en Malvinas. Será, por tanto, un año normal, aunque no excepcional.
El volumen informado por Touza, era el que esperaban los 17 congeladores que operan en las islas con licencia ilegal británica; los que su mayoría tienen base operativa en Beiramar (Vigo). Todos ellos, “pertenecientes a compañías mixtas con domicilio en Port Stanley, la capital de Malvinas”; explicó el titular de cooperativa de armadores gallegos; satisfecho ante el satisfactorio final de la campaña.
“Estamos en las cifras que esperábamos, los valores habituales de otros años, con una biomasa suficiente, lo que supone acabar con la incertidumbre”, indicó el “patrón” de los armadores vigueses. Añadiendo que esta campaña permite también afrontar la segunda del año con garantías, a tenor de los datos de los biólogos, que han comprobado que los calamares han tenido el comportamiento habitual de otros ejercicios, tanto en desove como en sus movimientos. “Los informes científicos son muy positivos, por tanto, podemos estar tranquilos, porque nuestro primer reto era observar si la caída de 2023 se había superado o iba a tener incidencia en esta primera campaña de 2024, pero todo ha ido bien”, incidió.
La flota viguesa llega a captura más de 100.000 toneladas al año entre las dos operaciones, en las que participan un millar de marinos, siendo los oficiales españoles, casi todos gallegos, y la marinería de diversas procedencias, destacando Indonesia. La captura de calamar loligo supone en torno al 25 por ciento de las ventas en la UE de esta especie, donde los barcos vigueses, aunque con bandera de Malvinas, cuentan con el beneficio de explotar en solitario el caladero gracias a los acuerdos con los socios británicos. Así será durante otros 20 años.
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