El muelle tendrá una longitud de 75 metros y una zona de apoyo portuario de 40 metros adicionales, sumando un total de 1.689 metros cuadrados. La superficie será pavimentada con hormigón armado. El objetivo es facilitar el embarque y desembarque de personas y carga, mejorando el abastecimiento de las bases chilenas en la Antártida y fortaleciendo la presencia del país en la región. El proyecto cuenta con una inversión superior a los 27 millones de dólares, financiados por el Ministerio de Obras Públicas de Chile.
La construcción de este muelle se enmarca en un contexto de creciente interés internacional por la región antártica. Recientemente, se ha intensificado la presencia de actores internacionales en la zona, lo que ha motivado a Chile a reforzar su infraestructura y presencia en el continente blanco.
El proyecto no solo tiene implicaciones logísticas, sino también geopolíticas, ya que busca reafirmar las reivindicaciones territoriales de Chile en la Antártida y fortalecer su papel como actor relevante en la región; teniendo a Punta Arenas como ciudad de cabecera continental, donde 24 países tienen base logística para la operatoria científica en el continente blanco.