A tres días de recordar el inicio de la Guerra de Malvinas, se presentó el documental "Las voces del silencio", una obra que se adentra en la lucha por la justicia de los excombatientes argentinos.
Dirigido por Gabriela Naso, este largometraje surgió de su tesis de maestría y ofrece un enfoque inédito sobre las atrocidades sufridas por soldados argentinos durante el conflicto bélico de 1982, centrándose en las torturas infligidas por sus propios superiores.
La proyección del documental se realizó el 1º de abril a las 19:30 en el cine Gaumont, y su estreno oficial fue el 3 de abril a las 19:00 en el Teatro Argentino de La Plata.
En un esfuerzo por dar visibilidad a una historia silenciada, Naso pone de relieve las denuncias sobre tormentos, abusos y amenazas que enfrentaron los soldados durante su servicio, arrojando luz sobre las dificultades que han encontrado en el sistema judicial argentino para que se juzgue a los responsables.
Los soldados argentinos, además de lidiar con frío y hambre, sufrieron una violencia psicológica y física sistemática propiciada por oficiales y suboficiales de la Fuerza Armada.
Tras la rendición de Argentina, la dictadura cívico-militar implementó un plan para silenciar a las víctimas, pero un grupo de excombatientes decidió romper el silencio. A lo largo de los años, se han acumulado denuncias y, 43 años después del conflicto, la Corte Suprema deberá determinar si se consideran crímenes de lesa humanidad, y por lo tanto son imprescriptibles.
El documental de Naso no solo narra las vivencias de los excombatientes, como Antonio Orellana, David Zambrino y Ernesto Alonso, entre otros, sino que también entrelaza sus testimonios con la labor colectiva del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) de La Plata.
Gabriela Naso, periodista y documentalista oriunda de Buenos Aires, se ha especializado en derechos humanos y la historia de Malvinas. Su interés en el tema comenzó en 2016, durante su labor en la Agencia de Noticias AUNO. Allí, su compromiso con los derechos humanos la llevó a investigar la temática de Malvinas, tocando de cerca el proceso de identificación de los soldados caídos.
“Al conectar con Ernesto Alonso, comprendí que había una herida abierta en la memoria colectiva y que mi responsabilidad era contar esas historias”, comparte Naso.
La obra de Naso destaca no solo por su valor informativo, sino también por la sensibilidad con la que aborda las historias traumáticas de los excombatientes. Los testimonios, cuidadosamente seleccionados, buscan no solo informar sino también conectar emocionalmente con el espectador.
“Es esencial presentar estos relatos en su cruda verdad, pero siempre con respeto y cuidado, dado el trauma que conllevan”, detalla la realizadora.
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