Una semana antes que la Argentina se siente ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, donde junto a representantes diplomáticos de Suramérica para reclamar al Reino Unido de Gran Bretaña la apertura del diálogo por la soberanía de Malvinas; Brasil permite que una aeronave militar británica haga escala técnica en el aeropuerto carioca de Santos Dumont, en su ruta final hacia las Islas Malvinas.

Se trata de una aeronave de transporte militar de largo alcance y avión cisterna, propulsado por cuatro motores turbohélice, diseñado por Airbus Military (hoy Airbus Defence and Space), que vino a reemplazar los C-130 Hercules y el Transall C-160 de la RAF.

El vuelo fue seguido a través de la aplicación Flightradar24, quien ayer por la mañana a las 11:06 AM registró la partida de Río de Janeiro de un Airbus A400 Atlas, y su aterrizaje a las 16:20 PM hora local.

A comienzo de año, el propio exembajador argentino en Brasil, Daniel Scioli elevó por escrito una queja formal por la operación de siete vuelos británicos a Malvinas en los aeropuertos de Río de Janeiro, San Pablo, Porto Alegre y Recife lo días 9, 14, 15, 22, 24, 26 y 28 de enero.

 Argentina “apreciará que el Gobierno brasileño busque restringir la concesión de permisos para aeronaves militares británicas procedentes o con destino a las Islas Malvinas únicamente en casos estrictamente humanitarios”, había planteado Scioli.

 Horas después, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño ratificaron el apoyo a "los legítimos derechos de Argentina en la disputa de soberanía" sobre las islas, pero afirmaron que eso "no afecta las relaciones con el Reino Unido, un socio importante para Brasil".

De tal forma, Brasil, Uruguay y Chile -este último peticionante ante el Comité de Descolonización por los derechos soberanos argentinos en Malvinas-, se turnan para colaborar con el repugnante colonialismo británico en nuestro país y que afecta exclusivamente a la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, a la cual Gran Bretaña usurpa 1.6 millones de kilómetros cuadrados.

Por Agenda Malvinas