La ceremonia del último arriado del pabellón nacional en la embarcación se llevó a cabo el pasado miércoles en la dársena de la Base Naval Puerto Belgrano (BNPB), en la localidad de Punta Alta, de la provincia de Buenos Aires.
Quedó fuera de servicio luego de 48 años de surcar aguas argentinas, habiendo participado incluso en el conflicto bélico del Atlántico Sur, defendiendo la soberanía argentina contra las fuerzas coloniales de Gran Bretaña.
El evento protocolar y despedida del destructor fue encabezado por las autoridades navales. En su discurso, el segundo Comandante, Capitán de Corbeta Sergio Daniel Podoba, remarcó que el pabellón nacional flameó por primera vez en el buque el 10 de mayo de 1976. “Hoy, sin duda podemos dar fe que nos ha llenado de días gloriosos y ha cumplido con su deber”, sostuvo Podoba.
Además, durante el acto se leyeron las palabras enviadas por el almirante VGM (RE) Enrique Emilio Molina Pico, quien fue comandante de la unidad en la guerra de Malvinas. “Todo buque no es un conjunto de sistemas que se mantiene en equilibrio, en efecto tiene un espíritu, un alma que lo caracteriza y que le es transferida por su tripulación -se esgrimió en el texto-. Nuestro buque es un caso especial; conformó su carácter en una situación límite interviniendo en una campaña de guerra de condición histórica”.
Por último, habló el vicealmirante VGM (RE) Álvaro José Martínez, integrante de la tripulación del Hércules durante el conflicto bélico contra los usurpadores de las Islas Malvinas. Remarcó que “el ARA Hércules ha cumplido su misión de defensa de la patria y de los ideales más nobles. Ha escrito su nombre con letras indelebles en los anales de la gesta naval Argentina”.
“Su legado no pertenece al pasado. El espíritu innovador, la entrega inquebrantable y el profesionalismo que lo caracterizaron, son los mismos que deben guiar el andar de las nuevas generaciones de marinos”, concluyó el uniformado.
En la página del Ministerio de Defensa de Argentina, se destaca que "entró en servicio el 19 de septiembre de 1977 y fue incorporado a la 1° División de Destructores como destructor misilístico ARA "Hércules". Al incorporarse su gemelo, el ARA "Santísima Trinidad" cambió su apelativo por D-1, con el que operó hasta su conversión a transporte rápido multipropósito".
