La reciente publicación en los sistemas de entretenimiento y mapas digitales de British Airways, en la que la capital de las Islas Malvinas aparece como “Puerto Argentino”, generó una fuerte polémica en la opinión pública internacional.
Se trata de un acto que enciende nuevamente la discusión sobre la legitimidad del reclamo argentino de soberanía sobre los territorios insulares y marítimos del extremo sur, teniendo en cuenta la persistente negativa del Reino Unido a respetar los mandatos de diálogo emitido por la ONU y el comité de colonización.
La referencia a “Puerto Argentino” en los mapas digitales de la aerolínea de bandera británica, que actualmente es de propiedad española, fue vista como una clara provocación que desafía la narrativa oficial colonialista sobre las Malvinas.
El escándalo se difundió en diferentes ámbitos, incluyendo la reacción de veteranos de guerra británicos que calificaron la acción como “vergonzosa” y “un insulto a la población de Puerto Stanley”, nombre que los británicos usan para la capital del archipiélago, en oposición a la denominación argentina.
Pierpaolo Barbieri, empresario argentino y fundador de la plataforma Ualá, compartió la noticia con entusiasmo en su cuenta de la red X. Con un simple mensaje, expresó: “Arrancó bien el día. Gracias @BritishAirways”. La respuesta de la comunidad argentina y de quienes defienden la causa de soberanía fue unánime en respaldo a estas expresiones.
Por su parte, desde British Airways emitieron un comunicado en el que aseguraron que ya estaban en contacto con el proveedor externo que suministra los mapas a bordo, y que el asunto sería revisado.
“Estamos agradecidos de que nos hayan informado sobre esto y lo estamos revisando con el proveedor externo que proporciona el servicio de mapas a bordo”, afirmó un vocero de la aerolínea a MailOnline. Sin embargo, esa acción no logra disimular el impacto político y simbólico que despierta el acto.
A su vez, el exjefe de la Marina Real Británica y veterano de la Guerra de Malvinas, el almirante Lord West, que además recibió la Cruz por Servicio Distinguido durante el conflicto, fue uno de los que expresaron su rechazo en duros términos.
“Es vergonzoso. Las Malvinas son un territorio británico de ultramar y el 99,9 % de los isleños quieren seguir siendo británicos”, declaró al diario británico The Sun. Luego insistió: “Hemos dicho muy claramente que no habrá discusiones sobre soberanía”.
Desde la Organización de las Naciones Unidas y diversos países se ha pedido en reiteradas ocasiones la reanudación de negociaciones bilaterales que permitan una solución pacífica y definitiva.
La recuperación de las Malvinas, más allá de las disputas políticas, es una cuestión de justicia que la historia y el derecho internacional respaldan.
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