El 4 de diciembre pasado se votó, en sesión plenaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la aplicación de la declaración sobre la concesión de la Independencia de los pueblos y países coloniales, publicado como Documento A/79/43, con el título “Implementación de la declaración sobre la concesión de la independencia de los pueblos y países coloniales, erradicación del colonialismo en todas sus formas y manifestaciones”.
El proyecto de resolución en su punto 18 se aprobó “con 113 votos a favor, cero votos en contra y 63 abstenciones, una de ellas la de Chile, lo que nos pareció extraño”, comentó el periodista Félix Madariaga Leiva, en el portal Pressenza.
Cabe destacar que Chile es uno de los 29 países miembros del Comité Especial de Descolonización, también conocido como C-24.
“¿Qué razones podría tener nuestro gobierno para abstenerse de apoyar la independencia de pueblos y países aún bajo el colonialismo?”, se preguntaba Madariaga Leiva, planteando además que: “Sobre todo, nos confunde que un país, como el nuestro, que fue colonia española por tres siglos no vote a favor de esta moción. Aún más desilusionante, pero no extraño, es que los medios de comunicación no incluyan esta importante información en su agenda”.
“Han pasado más de 200 años desde la liberación de Chile del reinado de Fernando VII y no, no es normal, seguir comportándose como una colonia, absteniéndonos de votar para permitir mantener el control de grandes potencias extranjeras, como Estados Unidos, Francia e Inglaterra, sobre pequeños feudos en el planeta. No es normal, no es ético, no es justo”, afirmó Madariaga Leiva en su nota.
A diciembre de 2024 aún existen 17 territorios no autónomos, que se encuentran en proceso de descolonización y son: Anguila, Bermudas, Gibraltar, Guam, Islas Caimán, Islas Malvinas, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes de los Estados Unidos (EE.UU.), Montserrat, Nueva Caledonia, Pitcairn, Polinesia Francesa, Santa Elena, Sáhara Occidental, Samoa Americana, Tokelau. Las potencias usurpadoras de estos territorios son Estados Unidos, Francia, Nueva Zelanda y el Reino Unido.
Para Madariaga Leiva, el Comité Especial de Descolonización “tiene una ardua tarea por delante para abolir el colonialismo. Se necesitan políticas nuevas y modernizadoras que den cuenta de que estamos en el siglo XXI. Las potencias dominantes deben abstenerse de toda decisión interesada y particular sobre esta materia o al menos sobre aquellas que incumban a sus territorios dominados”.
Cabe destacar que Chile no fue el único país americano en abstenerse contra la erradicación del colonialismo, ya que Canadá, Ecuador, Paraguay y Estados Unidos, con el cual el gobierno de Javier Milei busca desesperadamente aliarse, también lo hicieron.
Para los argentinos vale hacernos la pregunta de si este cambio de posición por parte del gobierno de Chile respecto a la erradicación del colonialismo está motivada en los recurrentes episodios de agravios y descalificaciones que añaden complejidad a lo que el portal Escenario Mundial a calificado como “una relación bilateral ya marcada por desacuerdos históricos y recientes, que van desde posturas divergentes sobre temas regionales hasta la sensibilidad en torno a las Islas Malvinas y la presencia británica en América Latina”.
Recientemente, el gobierno chileno entregó una nota formal de protesta a la Argentina luego que el ministro de Economía, Luis Caputo, descalificara al presidente Gabriel Boric.
Los dichos de Caputo en relación a Boric fueron: “La batalla cultural es clave. Mirá Chile, es el país que más gente sacó de la pobreza desde los años 80 hasta el 2010 y descuidó la batalla cultural durante mucho tiempo. Hoy los gobierna prácticamente un comunista que los está por hundir”.
La declaración fue realizada durante una entrevista radial en Radio Mitre y despertó polémica en Santiago y tensiones en la relación bilateral.
El ministro Caputo ya había hecho consideraciones similares sobre el gobierno de Boric durante su discurso, a principios de diciembre, en la cumbre de la Fundación CPAC, que tuvo como protagonista al presidente Javier Milei. En aquella ocasión, Caputo, también hizo contrastar el caso chileno al argentino por la necesidad de sostener una “batalla cultural” más allá de las acciones de política económica.
Fundada en 1964, la Fundación CPAC es la organización de base conservadora más antigua de los EE.UU. y “busca preservar y proteger los valores de la vida, la libertad y la propiedad para todos los estadounidenses”. Aunque actualmente se presente como el think tank de la nueva derecha global, la fundación tiene ya seis décadas de existencia.
Para Escenario Mundial, en este contexto, “las palabras de Caputo y la respuesta de Chile reflejan un clima que podría dificultar la cooperación entre ambos países en el corto plazo”.
Podemos inferir que las controversias y desencuentros entre ambos gobiernos latinoamericanos continuarán, ya que en otros temas de política internacional, la posición de sumisión y alineamiento total con el eje angloyanqui sionista por parte del gobierno de Javier Milei lo llevó, por ejemplo, a votar contra la inclusión de Palestina como miembro pleno de las Naciones Unidas o contra la condena a Israel por la ocupación de territorios palestinos, en tanto que el gobierno de Boric votó a favor de Palestina en ambos casos.
Fuentes: