En un hecho sin precedentes que conecta historias coloniales y reclamos contemporáneos de soberanía, la isla de Annobón, un pequeño territorio bajo dominio de Guinea Ecuatorial, ha solicitado formalmente a Argentina que respalde su lucha por el reconocimiento internacional como Estado independiente.
El primer ministro annobonés en el exilio, Orlando Cartagena Lagar, durante una visita a Buenos Aires, aclaró que no se trata de una petición de anexión, como inicialmente se especuló, sino de apoyo político y humanitario frente a la represión del gobierno de Teodoro Obiang Nguema.
Legado colonial compartido
Annobón, de apenas 17 km² y alrededor de 5.000 habitantes, fue administrada dentro del Virreinato del Río de la Plata durante el período colonial español, antes de ser transferida a otras potencias europeas. Hoy, sus habitantes denuncian abusos sistemáticos: falta de agua potable, electricidad, atención médica y restricciones severas a la libertad de movimiento. "Nos están matando lentamente", declaró Lagar en una reunión con diputados argentinos.
El 8 de julio de 2022, la isla proclamó unilateralmente su independencia, pero ningún país ni organismo internacional la ha reconocido. Cartagena Lagar, elegido por una asamblea local como primer ministro de un gobierno provisional, vive exiliado en España y sostiene que Annobón "no busca cambiar de amo, sino ser libre".
El dilema argentino
El gobierno argentino no se ha pronunciado oficialmente, pero la petición ya ha generado debate en el Congreso. Algunos legisladores, como el diputado Ricardo Herrera, han expresado su apoyo a la "visibilización de las violaciones de derechos humanos" sufridas por los annoboneses. Sin embargo, analistas advierten que un respaldo explícito a la independencia de Annobón podría tener consecuencias diplomáticas graves.
Guinea Ecuatorial, gobernada por Obiang Nguema desde 1979, es un actor influyente en África. Varios países del continente han sido históricos aliados de Argentina en su reclamo por las Malvinas, particularmente en foros como la ONU y la Unión Africana. Un enfrentamiento con Malabo (capital de Guinea Ecuatorial) podría debilitar ese respaldo en un momento en que Londres busca consolidar su posición en el Atlántico Sur.
¿Base logística y misión humanitaria?
Algunos sectores políticos y militares argentinos han evaluado la posibilidad de establecer una presencia estratégica en Annobón, dada su ubicación en una ruta marítima clave y sus recursos pesqueros y minerales. Sin embargo, fuentes oficiales descartan por ahora cualquier acción que implique un reconocimiento formal de independencia.
Mientras tanto, la situación humanitaria en la isla sigue deteriorándose. Organizaciones internacionales han documentado desplazamientos forzados, detenciones arbitrarias y juicios sin garantías. "Le pedimos a Argentina su apoyo, no que nos convierta en otra colonia", insistió Lagar.
Las secuelas del colonialismo
El caso de Annobón refleja un problema global: territorios que, tras siglos de dominio extranjero, quedaron atrapados en Estados que los oprimen. Su lucha no es solo por autonomía, sino por supervivencia. Y aunque una asociación futura con Argentina no se descarta, por ahora el reclamo es claro: reconocimiento, no anexión.
El silencio oficial de Buenos Aires puede interpretarse como cautela, pero también como una señal de que, en geopolítica, incluso las causas justas deben medirse frente a intereses mayores. La decisión que tome Argentina definirá no solo el futuro de Annobón, sino también el peso de su propia diplomacia en África y el mundo.