Una nueva alerta de ciberseguridad encendió las alarmas sobre una posible filtración y comercialización de datos sensibles vinculados a personal militar argentino. La información replicada por Zona-Militar, remite a la publicación del portal especializado Birmingham Cyber Arms; quien da cuenta de la existencia de una amenaza activa (Threat Actor), que “estaría ofreciendo archivos que contienen información detallada de 50.000 efectivos de las Fuerzas Armadas”.
El hecho ocurre exactamente, dos semanas después; que el gobierno de Javier Milei revalidara con Gran Bretaña, los acuerdos sobre ciberseguridad que el País inauguró con Alberto Fernández. Información conocida luego que la propia embajada británica en Argentina diera a conocer el carácter del documento firmado por el Secretario de Seguridad del Reino Unido Dan Jarvis y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. “Un memorando de entendimiento para fortalecer la cooperación para combatir el crimen organizado y salvaguardar la seguridad de nuestras dos naciones", transmitió a través de sus redes sociales, la sede diplomática de Gran Bretaña en el País.
La misma fuente referida, dice que la base de datos hackeada, está librada a la venta en formato PDF y difundida en foros de intercambio ilegal. E incluiría registros personales como número de Documento Nacional de Identidad (DNI), fechas de nacimiento, lugar de servicio, y domicilios tanto del personal como de sus familias.
Además, se reporta que los archivos filtrados contienen documentación adicional que agrava el nivel de exposición: viajes realizados por motivos de servicio, antecedentes académicos, certificados de estudios, y otros elementos que, en conjunto, configuran un panorama altamente sensible desde el punto de vista de la seguridad nacional.
La información fue además publicada por el equipo de monitoreo @teamcapybara_, especializado en inteligencia de amenazas (Threat Intelligence). Replicada también, por diversas fuentes dedicadas al seguimiento de incidentes de ciberseguridad con impacto estratégico.
Aunque por el momento no hubo una confirmación oficial por parte de organismos estatales, la supuesta filtración representa un riesgo directo para la integridad y privacidad del personal militar argentino. Este tipo de hackeos, cada vez más frecuentes en entornos regionales, no solo comprometen la seguridad individual, sino que podrían ser utilizadas con fines de inteligencia por actores hostiles.
La magnitud y detalle de los datos filtrados marcan un nuevo episodio preocupante en materia de ciberdefensa y protección de infraestructuras críticas. Desde el ámbito de la defensa y la seguridad nacional, se espera una respuesta que evalúe el impacto, contenga la amenaza y refuerce los protocolos de resguardo de información sensible.
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