El jueves 14 de noviembre pasado, el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, visitó Perú. El motivo, la inauguración oficial junto a la presidenta, Dina Boluarte, del mega puerto de Chancay.
Sin dudas, este hecho “constituye un hito en la cooperación entre China y Perú en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta”, tal como lo destacó el Diario del Pueblo en su edición digital.
Ubicado a unos 70 kilómetros al norte de Lima, en la costa del Pacífico y conectado directamente a la Carretera Panamericana, el nuevo puerto de aguas profundas está preparado para convertirse en un centro logístico fundamental entre América Latina y Asia. La obra es uno de los proyectos más significativos de la inversión china en América Latina y está controlado principalmente por la empresa estatal COSCO Shipping, una de las mayores operadoras portuarias del mundo.
El puerto de Chancay fue planteado como un proyecto emblemático de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Su descomunal infraestrutura portuaria mejorará la eficiencia comercial entre Perú y Asia, “reduciendo el tiempo de envío a China a 23 días y los costos logísticos en al menos 20 por ciento” señaló el Diario del Pueblo.
Con una profundidad de calado de entre 16 y 18 metros, el nuevo puerto gestionará más de un millón de Twenty-foot Equivalent Unit (TEU) al año. El TEU, o unidad equivalente a veinte pies, es una unidad general de capacidad de carga, basada en el volumen de un contenedor de tamaño estándar de 20 pies de largo (6,1 metros).
No solo se trata de un buen puerto de aguas profundas, sino también del primero inteligente y ecológico de Sudamérica.
El puerto cuenta con cuatro atracaderos, de los cuales dos son para carga a granel, y los restantes para contenedores. Puede alojar grandes buques portacontenedores con una capacidad de 18.000 TEU.
Además, la capacidad anual de gestión de carga a granel puede alcanzar los 6 millones de toneladas.
¿Cuáles son las objeciones y advertencias de los Estados Unidos?
Recientemente, el diario Infobae publicó que el asesor del equipo de transición del electo y futuro presidente Donald Trump, Mauricio Claver-Carone, propuso aplicar un arancel del 60% a los productos provenientes de China y de otros países de América Latina que pasen por el puerto de Chancay. Esta sugerencia se basa en la preocupación de que el puerto, que está siendo desarrollado y controlado por el gigante asiático, podría convertirse en un punto de entrada de productos de bajo costo provenientes de China, lo que perjudicaría el comercio de Estados Unidos.
Pero las preocupaciones yanquis no han sido solo económicas, sino también de seguridad.
Tal como lo hemos abordado en varias oportunidades en Agenda Malvinas, la generala Laura Richardson, ex jefa del Comando Sur, expresó en una entrevista con el Financial Times que el puerto podría albergar, en un futuro, buques de guerra de la marina china, lo que convertiría a la instalación en un punto estratégico dentro de lo que ella denomina el “Plan de Expansión Militar de China” en la región.
Richardson, durante su intervención en el Foro de Seguridad de Aspen la semana pasada llamó a los líderes de su país a idear un “Plan Marshall” para América Latina que reproduzca el implementado en Europa después de la Segunda Guerra Mundial, muy necesario para neutralizar la influencia china y rusa en la región, destacó el portal MercoPress.
“Si se trata de hacer algo bueno en el hemisferio, entonces estoy totalmente a favor. Pero me hace sospechar un poco cuando hay mucha inversión en infraestructura crítica -mucha en infraestructura crítica en países de esta región-, puertos de aguas profundas, 5G , ciberseguridad, energía, espacio...”, detalló Richardson, quien suena como posible encargada de Asuntos para America Latina del futuro gobierno de Trump. “Me preocupa la naturaleza de doble uso de esto. Se trata de empresas estatales de un gobierno comunista, y me preocupa que rápidamente se conviertan en aplicaciones militares”, señaló la ex jefa del Comando Sur.
Cabe destacar que el Foro de Seguridad de Aspen es la principal conferencia sobre seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos.
¿Cuál es el objetivo del puerto a futuro?
Se espera que el impacto en la eficiencia comercial sea profundo, ya que con el puerto de Chancay, "tendremos rutas directas a Asia, en especial a China, lo que reducirá los tiempos de envío en 10, 15 o incluso 20 días, dependiendo de la ruta", manifestó el ministro de Transportes y Comunicaciones de Perú, Raúl Pérez-Reyes, recientemente a la prensa. En la actualidad, el envío entre Perú y Asia puede demorar hasta 40 días.
Funcionarios y expertos ven al mega puerto como un paso hacia la redefinición del papel de América del Sur en el comercio mundial, facilitando a Perú y a los países vecinos la exportación de productos a través del Pacífico.
Este nuevo puerto incentivará el comercio entre Perú, Chile, Argentina, Brasil y otros países latinoamericanos con países asiáticos, incluida China, afirmó el presidente del Congreso de Perú, Eduardo Salhuana, y agregó que promete crecimiento económico para las industrias agrícola, minera y manufacturera de América Latina.
El gobierno brasileño ya ha mostrado un gran interés en el mega puerto por considerarlo un enlace vital con los mercados asiáticos.
“El puerto de Chancay, que brinda una nueva opción para el transporte marítimo por el Pacífico, abrirá una puerta para que toda la región latinoamericana sea incluida en la integración económica Asia-Pacífico. Además, el alcance del puerto se extiende mucho más allá de China y América Latina, los países a ambos lados del Pacífico pueden aprovechar esta ruta marítima para facilitar el comercio global, lo que supone más vitalidad para la economía mundial y más beneficios para todos”, afirmó Zhang Tuo, exembajador del gigante asiático en Cuba y vicepresidente de la Asociación de Amistad China-América Latina.
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