La problemática de la pesca ilegal en las aguas de las Islas Malvinas y archipiélagos del Atlántico Sur refleja el saquéo colonial y la constante violación de las normas internacionales sobre la conservación de recursos marinos.
Esta situación, normalmente se ve agravada por la complicidad de EE.UU, que se beneficia del ingreso de productos pesqueros provenientes de las islas, a pesar de que su explotación es completamente ilegal y violenta los principios de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, identificada en inglés por la sigla CCMLAR y conocida como CAMELAR en el ámbito hispanoparlante.
Sin embargo, recientemente, un juez federal en Florida respaldó las regulaciones determinadas por el presidente Donald Trump al arancelar al 42% la importación de merluza negra capturada cerca de Georgias del Sur. Prohibición que se enmarca en un conflicto internacional que surge a raíz del incumplimiento de límites de captura por parte de Rusia.
Los informes indican que, en 2023, las Malvinas lograron exportar 27,4 millones de dólares en productos pesqueros a EE. UU., con una porción considerable correspondiente a la merluza negra.
A pesar del bloqueo a las licencias provenientes de Georgias del Sur, la industria pesquera de las islas, bajo la ilegítima administración británica, sigue operando en aguas de soberanía Argentina, ignorando las normativas internacionales y llevando los recursos al borde de su extinción.
Mientras EE.UU cierra sus puertas a los productos ilegales, las islas continúan beneficiándose de las exportaciones hacia otros mercados, desatendiendo las normativas establecidas para la preservación, ampliando unilateralmente sus zonas de exclusión y depredando los recursos argentinos hasta acabarlos.
Organizaciones ambientalistas han advertido sobre el riesgo de la sobrepesca, lo que desafía la integridad ecológica del Atlántico Sur y la capacidad de Argentina para gestionar sus recursos.
Volviendo a la información de los últimos días, vale reiterar que el bloqueo de importaciones de merluza negra destaca la hipocresía de la administración estadounidense, que cierra sus puertas a productos ilegales mientras facilita el saqueo de los recursos pesqueros argentinos por parte de las Islas Malvinas mediante su apoyo político y militar.
Jamás se debe dejar de mencionar que EE.UU participa año tras año de los ejercicios de guerra junto a los piratas ingleses, en la mayor base militar de la OTAN en Sudamérica.
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