Con planes de aumentar su producción de litio, conocido como el "oro blanco", Argentina se prepara para aprobar numerosos proyectos mineros que buscan abastecer la creciente demanda global de tecnología y movilidad eléctrica.
Sin embargo, esta expansión está teniendo un impacto devastador en el medio ambiente, arrasando ríos vitales para la supervivencia en el norte argentino.
El litio de Argentina, junto con el de Bolivia y Chile, conforma el triángulo del litio, que alberga aproximadamente 20 millones de toneladas de reservas, equivalentes al 10% de las reservas mundiales.
A pesar de ocupar actualmente el cuarto lugar en producción detrás de Australia, Chile y China, se estima que la explotación de nuevos yacimientos podría impulsar a Argentina a una posición de liderazgo en el mercado.
La comunidad catamarqueña ha sido testigo del abuso por parte de las empresas mineras, como Exar y Sales de Jujuy, que operan en el departamento de Susques.
En 2023, estas empresas informaron que extrajeron más de 3.700 millones de litros de "agua industrial", el equivalente a 31 veces el consumo de la población de Susques.
Mientras tanto, la Justicia de Catamarca ha dado un paso significativo al detener temporalmente la actividad minera tras reconocer la sequía del Río Trapiche y defender el Río Los Patos.
El bombeo constante está secando napas subterráneas y amenazando las vegas cercanas, lo que agrava aún más la crisis hídrica.
Las consecuencias son evidentes no solo en Susques, sino también en otros yacimientos como Olaróz-Caucharí, el Salar del Hombre Muerto y Centenario Ratones, donde se proyecta que más de cuarenta nuevos proyectos mineros comenzarán a operar, siendo que las autoridades jujeñas, lejos de poner freno a esta situación, han modificado reglamentos para facilitar la explotación de terrenos fiscales por parte de las mineras.
FUENTE
EL DIARIO 24