La temeraria escalada bélica en la guerra que sostienen Ucrania y Rusia pone al conjunto de la humanidad en una posición muy peligrosa. Sin antecedentes ni precedentes históricos a los cuales remitirnos, porque como todos sabemos, detrás de Ucrania se encuentra la agresiva política expansionista de la OTAN, liderada por EE.UU., el Reino Unido y la Unión Europea.
En un conflicto bélico que está próximo a cumplir tres años, pero que en realidad se remonta al 2014 cuando el régimen ucraniano comenzó una limpieza étnica con un saldo de alrededor de 15.000 muertos contra su propia población ucraniana ruso parlante en la región del Donbass.
Motivo que impulsó a la Federación Rusa a intervenir con una operación militar especial, que pusiera fin a la masacre perpetrada por el régimen ucraniano, popularmente denominado e internacionalmente conocido como régimen ucronazi, encabezado por un actor cómico devenido en jefe de Estado, Volodímir Zelensky.
Recordemos que la administración demócrata de Joe Biden, a principios de noviembre, vio frustradas sus aspiraciones de imponer a Kamala Harris tras el contundente triunfo electoral de Donald Trump y el Partido Republicano, que además obtuvo mayoría en ambas cámaras del Congreso de los EE.UU.
Pero el conflicto está viviendo un giro dramático, ya que la situación se precipitó en la última semana con el imprudente accionar del derrotado gobierno de Joe Biden que autorizó al régimen de Ucrania a utilizar los misiles yanquis ATACMS para arremeter contra objetivos en territorio de la Federación Rusa, lo cual -al igual que en el mito griego- abrió la caja de Pandora liberando a todos los demonios, justo a dos meses de la asunción del nuevo gobierno estadounidense que encabezará Donald Trump.
Y es que Ucrania, ahora abastecida con misiles de mediano alcance por las potencias de la OTAN, atacó el martes 19 de noviembre pasado con misiles ATACMS de fabricación estadounidense la región rusa de Bryansk, según informó el Ministerio de Defensa de Rusia, en una escalada importante en el milésimo día de guerra. Horas más tarde, dos funcionarios estadounidenses confirmaron a CNN el uso de ese armamento dentro de Rusia.
La respuesta rusa no se hizo esperar, un misil Oréshnik fue lanzado desde la región de Astracán, en el sur de Rusia tan solo dos días después; y apuntó a la ciudad de Dnipró, en el centro-este de Ucrania. “El misil fue lanzado cuando aún era de noche, y a la distancia, según se puede ver en un video difundido este viernes, se ven varias detonaciones, formando pequeños hongos que recuerdan a detonaciones nucleares”, destacó el diario Clarín.
Las imágenes son verdaderamente apocalípticas
El ingeniero y analista de la RAND Corporation, Michael Bohnert, explicó a la agencia Reuters que este tipo de misiles tienen capacidades tanto nucleares como convencionales. “Lo que podemos decir con certeza es que tiene lo que se llaman múltiples vehículos de reentrada, donde un misil libera varias ojivas más pequeñas que impactan muy cerca unas de otras en el suelo”, dijo a la agencia citada.
Para el gobierno ruso no han existido situaciones análogas a la actual en torno al conflicto con el régimen ucraniano, afirmó el portavoz oficial del Kremlin, Dmitri Peskov, dos días antes que Ucrania atacara Bryankz en una entrevista con el periodista Pável Zarubin.
"Realmente no tiene precedentes", anunció Peskov al ser preguntado si la situación entre Moscú y Kiev podría compararse con la de los misiles en Cuba de 1962.
Según el vocero, "el Occidente colectivo, liderado por Estados Unidos, demuestra que está dispuesto a hacer cualquier cosa para reprimir a Rusia e infligirle una derrota estratégica".
"Por lo tanto, esas señales de alerta en el sentido de 'ni siquiera piensen en eso', es decir, el ataque lanzado con nuestro nuevo misil [Oréshnik], son muy oportunas. Eran necesarias y fueron eficaces", remarcó Peskov.
A continuación, el vocero señaló que Putin dio instrucciones muy claras y precisas con el objetivo de preparar cambios y adaptar la doctrina nuclear rusa "a las condiciones del actual enfrentamiento provocado por los países occidentales".
"Sin embargo, hay que responder a la escalada sin precedentes, provocada principalmente por la Administración saliente en Washington", continuó el funcionario. "Esto hay que hacerlo constantemente, porque cada vez dan más y más pasos imprudentes y avanzan, provocando tensiones en torno al conflicto ucraniano", manifestó Peskov.
El presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, anunció el jueves en un mensaje televisado que las Fuerzas Armadas de su país han probado en condiciones de combate "uno de los sistemas rusos de misiles de alcance intermedio más novedosos", en referencia al misil balístico en una variante hipersónica no nuclear Oréshnik, el cual resultó imposible de ser abatido por las fuerzas de Ucrania y la OTAN.
"Nos reservamos el derecho a utilizar nuestras armas contra objetivos militares de aquellos países que permiten que sus armas se utilicen contra nuestras instalaciones", aseveró Putin.
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