El gobierno de Gabriel Boric tiene en carpeta reconsiderar la posición chilena con relación a la Argentina, por la disputa de Soberanía que mantiene con Gran Bretaña, que defiende y acompaña en el ámbito de las Naciones Unidas. Y es que la Región de Magallanes -de la cual es oriundo-, quiere recuperar la actividad comercial que tuvieron con los usurpadores de las Islas Malvinas, hasta antes de la guerra de 1982.
“Hay una crisis económica y no nos podemos dar el lujo de perder una oportunidad”, es una frase recurrente entre los habitantes de Punta Arenas, la capital de la Región de Magallanes, manifiesta el portal biobiochile. Y por eso ha resurgido la idea de retomar el comercio con las islas Malvinas.
Los argumentos principales son dos: la corta distancia —898 kilómetros entre Punta Arenas y Puerto Argentino—; y la posibilidad de ofrecer productos chilenos a precios más competitivos que los que actualmente pagan por mercancías provenientes de principalmente de Uruguay. Para la comunidad regional, reactivar el comercio con las Malvinas representa una oportunidad, dice el medio.
Vania García, presidenta de la Cámara Franca A.G. de Usuarios de Zona Franca de Punta Arenas, afirma que establecer relaciones comerciales con las islas “podría representar una oportunidad significativa para la Región de Magallanes”, agregando que: “La ubicación estratégica de Magallanes nos posiciona como un punto clave para el comercio en la Patagonia y el continente antártico. Establecer relaciones con las Malvinas abriría nuevas oportunidades para nuestros operadores y clientes”.
Desde el sector energético, el gerente de Gasco Magallanes, Sergio Huepe, también se muestra favorable: “Sería muy deseable. Retomaríamos una tradición de más de 100 años. Además de los ingresos, permitiría a productores locales comercializar madera, materiales de construcción, alimentos y vegetales con las islas”, y agregó sobre la posibilidad de exportar gas envasado: “Actualmente lo importan desde Inglaterra. Llevarlo desde Magallanes por barco significaría ahorro para ellos y presencia de una marca chilena de prestigio”.
El alcalde de Punta Arenas, Claudio Radonich, sostuvo que “la leche, todos los productos, las frutas salían desde nuestra ciudad y era muy importante como una inyección de dinero hasta nuestra economía. Por tanto, para nosotros esto es volver a lo que se hizo siempre y que lamentablemente en estos últimos años se ha suspendido por una razón política”.
Radonich hace un llamado al mundo político y pide que se analice el caso. “Hoy el perjuicio lo tienen dos comunidades pequeñas, las islas Falklands y sobre todo nuestra ciudad. (…) Con este tema yo sé que no se mueve ningún tipo de aguja a nivel nacional. El Estado tiene una posición sobre esta reclamación argentina y creo que hablar justamente también aprovechando el nuevo gobierno argentino que es muy liberal, como lo ha manifestado para los temas económicos, no veo cuál es la razón para que se nos prohíba a dos comunidades pequeñas vincularnos económicamente”. El alcalde ya conversó con el gobierno, tuvo reunión con las ex ministras de Interior, Carolina Tohá, y de Defensa, Maya Fernández.
Consultado por Radio BíoBío, el senador magallánico Karim Bianchi dijo que “no me parece que exista ningún problema en el comercio y que eso beneficia a nuestras empresas. Los problemas de Argentina son de ellos y no tendrían porqué afectar el comercio nuestro”.
Las islas Malvinas, para su abastecimiento, históricamente tuvieron relaciones comerciales con Punta Arenas y con Montevideo, Uruguay. Pero, desde hace años, la comunicación con la región de Magallanes se detuvo, principalmente por tres causas señala el portal biobiochile: la primera, corresponde a burocracia; la segunda, a los elevados costos que tiene la contratación de un práctico para circular por el estrecho de Magallanes sumado a los costos de atraque en nuestro muelle; y la tercera, a la desaparición del transporte marítimo entre Punta Arenas y Puerto Argentino. Sin embargo, con Uruguay el intercambio comercial de Malvinas se mantuvo.
Vale destacar que en Chile, muchos consideran que el comercio con las Islas Malvinas nunca fue de gran importancia, excepto los habitantes magallánicos, para los cuales cualquier acción que tienda a desarrollar la actividad económica en su región es valorable, aporta al crecimiento y crea mayores expectativas de trabajos.
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