La flota gallega que pesca ilegalmente en Malvinas, en sociedad con la colonia británica que usurpa las Islas argentinas; está regresando a sus puertos de origen luego de una campaña fallida y con graves pérdidas económicas que las navieras han tratado de minimizar en lo posible con otras capturas, tras constatarse que no había volumen suficiente calamar loligo.
El presidente de los armadores de Vigo, Javier Touza, quien está directamente afectado por lo ocurrido -su empresa, Chymar, tenía dos buques operando en la zona- reconoció que ha sido un golpe muy duro.
“Ya era sabido que no íbamos a capturar loligo en aguas de Malvinas, así que se pescó algo de calamar fuera de la zona exclusiva y el resto sobre todo merluza, tanto por dentro como por fuera”, señaló Touza.
En estas condiciones, toda la flota que faena al calamar intentó minimizar los daños. “Para no venir de vacío, pescamos merluza, pero ha sido una campaña desde el punto de vista económico absolutamente desastrosa, aunque admitimos que es un mal necesario para no hipotecar el futuro”, añadió el responsable empresarial y portavoz cualificado del sector pesquero, en referencia a que la pesca del calamar está sometida a los criterios de evaluación biológica de sus socios usurpadores.
En principio, la escasez absoluta de producto -es la segunda vez que ocurre que hay menos de 10.000 toneladas de biomasa- se debería -según los kelpers-, a cuestiones bioclimáticas y coyunturales y no a la sobre explotación del recurso.
“Seguimos con la investigación científica en aguas internas y esperamos que vaya volviendo a la normalidad y tenemos plena confianza en los científicos y en esa interrelación”, apuntó el presidente de los armadores de Vigo, que mantienen empresas mixtas con sus socios británicos de Malvinas.
La siguiente campaña en el Atlántico sur se iniciará a finales de febrero de 2025, con salida de los puertos gallegos a partir del 6 de enero, luego de las fiestas de navidad.
Antes habría una experimental que le tocará al congelador “Golden Chicha”, de la empresa de Javier Touza. “Esta vez, vamos a ser los primeros en tener información de primera mano sobre la verdadera situación del caladero”, sentenció. En 2024, la flota logró pescar algo más de 40.000 toneladas, frente a más de 100.000 en otros años.
Nuevos barcos
Toda esta situación crítica para las empresas españolas, ocurre cuando tres compañías pesqueras con sede en Vigo (capital de Galicia), Pescapuerta, Armadora Pereira y Copemar, están a punto de recibir los nuevos buques para faenar en aguas de Malvinas. Serán los más grandes, modernos y avanzados tecnológicamente, construidos por dos astilleros gallegos, Armón Vigo y Nodosa, de Marín; previstos a ser estrenados a principio de la próxima campaña de 2025 en aguas de Malvinas.
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