Los dos aparatos, pertenecientes al Escuadrón III del Grupo 7 de Helicópteros de la VII Brigada Aérea en Moreno, Buenos Aires, que fueron adquiridos en 2011; han estado fuera de servicio desde 2021. De todos modos, el valor de mercado ronda los 20 millones de dólares.
La donación se plantea como un gesto de apoyo de Argentina hacia Ucrania en medio de la invasión rusa que ha generado conflictos geopolíticos.
Estos helicópteros fueron parte de una compra que incluía una opción por otros tres, la cual no se ejecutó. En 2021, se inició la inspección mayor de uno de ellos, pero enfrentó obstáculos tanto por problemas de soporte desde Rusia como por las sanciones impuestas a ese país tras la invasión a Ucrania en febrero de 2022.
Estados Unidos había propuesto previamente a Argentina la donación de estos helicópteros para respaldar los esfuerzos de guerra de Ucrania, propuesta que fue rechazada por el gobierno saliente.
Desde entonces, Estados Unidos planteó a la Argentina que se donen los aparatos para apoyar el esfuerzo de guerra ucraniano, pero el gobierno saliente de la Argentina se opuso. Ahora, se está negociando la donación, para que sea realizada en los próximos días y, como ha planteado Estados Unidos, el valor de los helicópteros podría ser computado a cuenta de los primeros pagos por la compra de los F-16 Fighting Falcon.
Además, sería tomado como un pequeño pero importante gesto de apoyo a Ucrania tras la invasión rusa.
La acción saca a la Argentina de su posición neutral respecto a la guerra en Europa del Este en un contexto internacional complejo. Los Mi-171E, equipados con tanques suplementarios de combustible, radar meteorológico, flotadores de emergencia y grúa de carga para operaciones de largo alcance en la Antártida, representan un aporte significativo a las capacidades de la Fuerza Aérea Ucraniana.
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