No son las medidas políticas, ni las estrategias de la cancillería argentina que ponen en jaque la economía de la colonia británica que usurpa las Islas Malvinas; sino la baja cantidad de calamar que llega a las islas, producto de su propia sobreexplotación y de la flota china que pescan al borde de la milla 200; un recurso exclusivamente argentino.
La situación que vuelve a repetirse por segundo año consecutivo, enciende las alarmas de los usurpadores británicos, al punto que decidieron cerrar la temporada de pesca de este recurso marítimo tan preciado en el mercado europeo y asiático, y que es crucial para la economía local, y parte del 50% y el 60% de los ingresos fiscales de las islas.
La decisión fue tomada este sábado, luego de 20 días de exploración en que se comprobó que la cantidad y la calidad del calamar que llega a las islas, es muy inferior a lo esperado.
El calamar es una especie migratoria que recorre la costa patagónica y que comienza a registrar su madurez en el litoral atlántico de la provincia de Chubut hasta su arribo a las Islas Malvinas. Un sector marítimo del Atlántico Sur explotado por la flota que pesca con licencia argentina dentro de la milla 200, que es sobreexplotado sin control alguno por pesqueros chinos, taiwaneses, españoles y coreanos más allá de la milla 200, y que vuele a pescarse en aguas circundante a las Islas Malvinas con licencia ilegal de la colonia británica que las usurpa; por españoles, surcoreanos y taiwaneses.
El hecho no es algo nuevo, ya que la segunda temporada de 2023 también se vio forzada a ser interrumpida ante las bajísimas capturas iniciales registradas. Situación que se tradujo en que, de las 45.000 toneladas que la flota española declaró en la temporada invernal de 2022; en el mismo período de 2023 la captura se redujo a menos de 15.000 toneladas.
En lo que va del año, la pesca del calamar durante el verano austral en aguas de Malvinas, a tenido como protagonistas a 88 barcos poteros de bandera taiwanesa y surcoreana, y a 17 buques arrastreros españoles. Los cuales, se alzaron con un botín superior a las 200 mil toneladas. Unas 142.680 toneladas los primeros, y otras 59.000 los segundos.
Sin lugar a dudas que, frente a estas circunstancias, Gran Bretaña intentará empujar a la Argentina a la concreción de las OROP. Alguna variedad de los organismos regional de ordenamiento pesqueros, como los firmados en julio por la Canciller Diana Mondino en Naciones Unidas -y que debe ser refrendado o rechazado por el Congreso-, pero que llevan enquistados peligrosas consecuencias para el sostenimiento de los legítimos derechos soberanos de la Argentina.
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