Los kelpers llevarán a cabo una consulta pública para definir la posibilidad de instalar salmoneras en las Islas Malvinas. La compañía británica, interesada en el desarrollo de esta industria, acordó con el ilegítimo Gobierno de las islas la realización de una consulta popular ante la controversia que derivó incluso en acciones judiciales.
Las autoridades que usurpan el territorio argentino del Atlántico Sur, informaron el pasado 27 de mayo que se logró un pacto con la empresa británica Unity Marine Limited para la realización de la consulta pública y la paralización de las causas iniciadas en la Justicia.
Se comunicó que la consultoría será concretada a través de la firma MacAlister Elliot and Partners, (MEP), con opciones como “nada de granjas de salmones en las Islas Falkland” y “la cría comercial de salmón tendrá lugar, y es limitada tan sólo por la capacidad de carga del medio ambiente”.
La empresa aceptó llevar adelante la consulta, teniendo en cuenta que en 2022 la Administración de las Falklands negó la posibilidad de piscicultura a gran escala en las Malvinas.
El vocero de la Asamblea Legislativa, Pete Biggs, reconoció la controversia interna sobre permitir la instalación de Salmoneras: “Hay posiciones muy fuertes en la comunidad en ambos lados del tema, y cualquier decisión podría tener implicancias significativas a largo plazo para las Islas Falkland. Estamos naturalmente desencantados de estar donde nos encontramos, pero lo que más queremos es una decisión que esté asegurada contra futuros desafíos y creemos que una consulta pública completa ayudará a que eso tome forma”.
Por su parte, la empresa Unity Marine Ltd emitió su comunicado donde señaló que “la industria ofrece el potencial de una significativa oportunidad para las Islas Falkland, y que debe ser entendida correcta y minuciosamente antes de tomar una decisión informada”.
En esta misma línea, James Wallace, Director de Unity Marine sostuvo que “este tema genera fuertes sentimientos en algunas partes de la comunidad y esperamos que la gente vea esta decisión a la luz correcta”.
“No se trata de una aprobación tácita de la acuicultura a gran escala; es la oportunidad para explorar en calma, el potencial de una nueva industria y comprender las oportunidades y riesgos que pueda presentar previo a tomar decisiones”, remarcó Wallace.
