Un informe interno de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), calificado como “durísimo”, expone una crisis de infraestructura y logística que compromete seriamente la operatividad de las bases aéreas nacionales, lo que podría dejar a los 24 cazas F-16 recientemente adquiridos virtualmente inoperativos. La advertencia se centra en la obsolescencia de la maquinaria, la falta de presupuesto para el mantenimiento básico y la escasez de fondos para garantizar las horas de vuelo necesarias.
El documento, revelado por los medios iProfesional y La Política Online, subraya la incapacidad del Grupo Construcciones del Área Logística Palomar, responsable de sostener pistas y hangares, para mantener las condiciones operativas de las bases. La división opera apenas al 50% de su capacidad debido a un prolongado periodo de falta de inversión.
Maquinaria Obsoleta y Riesgo Operacional
El informe detalla que la maquinaria esencial para el mantenimiento de pistas tiene una antigüedad promedio de 30 años. Equipos como motoniveladoras, camiones, rodillos vibradores y topadoras presentan un desgaste avanzado, lo que se traduce en altos costos de mantenimiento y una nula capacidad productiva.
El Grupo Construcciones es responsable de una infraestructura que incluye 25 pistas (3.750.000 m²) y 15 helipuertos (29.452 m²) en todo el país. Según el texto interno, la maquinaria obsoleta impide la reparación de daños en plataformas y calles de rodaje, limitando despegues y aterrizajes y afectando directamente misiones de entrenamiento, abastecimiento y control aeroespacial.
"La infraestructura deteriorada contribuye a la ineficiencia operativa y aumenta el riesgo de incidentes. La seguridad nacional se ve directamente afectada", señala la evaluación técnica de la FAA. El informe propone un plan de recuperación de infraestructura y logística a desarrollarse hasta diciembre de 2028 para reestablecer condiciones operativas seguras.
Cazas F-16: ¿Dos horas de vuelo al año?
La crisis de infraestructura se ve agravada por una severa restricción presupuestaria que afecta los gastos operativos, poniendo en duda la sustentabilidad de la compra de los cazas F-16 a Dinamarca (gestionada bajo el programa FMS de Estados Unidos).
Fuentes militares consultadas por La Política Online advierten sobre la crítica situación de la partida presupuestaria de la Defensa, que se concentra en más del 95% en sueldos y gastos corrientes en el Presupuesto 2026. Un alto oficial señaló que “no hay presupuesto para vuelos”, y que el costo operativo promedio de cada hora de vuelo del F-16 ronda entre 10.000 y 12.000 dólares.
En el escenario actual, la advertencia es terminante: “Si tuviéramos los 24 F-16 hoy, apenas podrían volar dos horas al año cada uno”. Esta limitación extrema haría que la nueva flota de aviones de combate quede virtualmente inoperativa para misiones de defensa y adiestramiento efectivo.
Contexto de desinversión y contradicciones
La crítica situación en la FAA se enmarca en una crisis general del Ministerio de Defensa, conducido por Luis Petri. Otros hechos recientes contextualizan el problema de la falta de prioridad estatal en la inversión:
1. Desfinanciamiento: El Presupuesto 2026 prevé la eliminación del Fondo para el Equipamiento de las Fuerzas Armadas (FOFES), que asignaba el 0,8% de los ingresos nacionales al reequipamiento militar. Esto compromete aún más la posibilidad de financiar tanto el mantenimiento de los F-16 como la infraestructura necesaria para su operación.
2. Proyectos Congelados: La continuidad de la obra de la Base Naval Integrada (BNI) y Polo Logístico Antártico en Ushuaia, un proyecto geoestratégico valuado en $300 millones de dólares para la proyección sobre la Antártida y el Atlántico Sur, se encuentra en un estado de virtual parálisis presupuestaria.
3. Inversión Externa vs. Gasto Interno: Recientemente, el gobierno de Javier Milei autorizó por DNU la “Operación Tridente”, un ejercicio militar conjunto con tropas de Estados Unidos, destinando más de $60 millones de pesos del presupuesto de la Armada para cubrir la estadía y logística de la fuerza extranjera en bases sensibles como Ushuaia, Mar del Plata y Puerto Belgrano. Este gasto contrasta con la falta de recursos para los gastos operativos de las propias fuerzas y el desfinanciamiento de la obra social IOSFA, que ha provocado un éxodo de personal experimentado.
4. Controversia en la Adquisición: La compra de los F-16 también generó controversia por el secretismo del acuerdo y la falta de fondos concretos para el pago. Además, se ha señalado la concesión al Reino Unido de no incorporar radares que permitan la vigilancia del Atlántico Sur y las Islas Malvinas, limitando su capacidad para la defensa de la soberanía en el área.
En suma, el informe de la Fuerza Aérea desnuda la falta de planificación integral: la adquisición de material de defensa se realiza sin la previsión de infraestructura ni el financiamiento operativo indispensable, dejando en suspenso la capacidad real de Argentina para la disuasión y el control aeroespacial.