Aunque la cancillería se niega a hacer público los motivos por los cuales autoriza decenas de vuelos mensuales desde el continente a Malvinas, extraoficialmente le respondieron a un funcionario de Tierra del Fuego que preguntó el motivo de este permiso; que son “vuelos sanitarios”.
Para que se entienda claramente, son vuelos sanitarios aquellos que se realizan de emergencia para asistir, auxiliar o derivar a enfermos o personas heridas o siniestradas que se encuentran con un nivel elevado de complejidad médica o sanitaria, que merecen su rápida evacuación a un centro médico de alta complejidad. Y para cumplir con esa función, no lo hace cualquier aeronave, sino aquellas equipadas con la aparatología y personal médico especializado para dar atención a bordo.
Al contrario; en este caso ninguna de esas condiciones se cumple. El Pipper Aerostar de Rappallini SA no está configurado para derivaciones médicas, ni cumple con ninguna de las especialidades publicitadas de la empresa. Tampoco fue y retornó de manera inmediata, sino que aterrizó en Puerto Argentino el lunes 11 a las 12:12, habiendo despegado esa misma mañana de Comodoro Rivadavia a las 09:33, y luego de una semana se encuentra aún se encuentra en ese aeródromo malvinero.
Con la desfachatez acostumbrada; desde adentro de la cancillería probritánica porteña le respondieron a un funcionario de Tierra del Fuego que les pidió explicaciones: “Son los vuelos sanitarios. Hay varios por semana. Y cómo Malvinas no tiene hospital digno mandan todo afuera. Eso tiene categoría de vuelto sanitario. La ANAC avisa y manda hasta el manifiesto de los tripulantes”.
Queda claro que, habiendo transcurrido 7 días del calendario, el bimotor de la empresa argentina, de ninguna manera puede calificarse de sanitario, ni de evacuación médica. Por el contrario, cualquier cosa que haya hecho las personas que fueron a bordo del Pipper Aerostar, LV-MEG, está muy lejos de serlo, y sí de llevar a cabo tareas o asesoramiento en lo que es su especialidad en materia petrolera, gasífera y minera; tres ejes industriales, que la colonia británica que usurpa las Islas Malvinas a la Argentina se encuentran desarrollando: gas y petróleo en las cuencas Norte, Sur, Este y Oeste, a través de licencias otorgadas a las empresas Rockhopper Exploration, Navitas, Argos y Borders & Southern Petroleum; y de exploración aurífera y de otros metales a la compañía Warrah Resources.
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