En mayo de 1960, mientras el presidente Arturo Frondizi gobernaba Argentina y el mundo estaba sumido en la Guerra Fría, una serie de eventos se desarrollaron en secreto, dejando una cicatriz en la historia de la región que hasta el momento permanece oculta y exenta de responsabilidades.
En un informe basado en archivos desclasificados del periodista Alejandro Crivisqui, publicado en su canal de YouTube “Periodismo Patriótico”, se desentraña la trama secreta detrás de la realización de pruebas con microbombas nucleares en el lecho del río Deseado, de la provincia de Santa Cruz; con el propósito de recuperar el curso de agua desde el Lago Buenos Aires. Hecho que solo tuvo como único resultado -afirma el periodista-, un devastador terremoto en Chile.
Arturo Frondizi gobernaba Argentina, el peronismo estaba proscripto, y el mundo se encontraba en una etapa crítica de la Guerra Fría. Estados Unidos, liderado por Eisenhower, estaba inmerso en el desarrollo de armas nucleares, a pesar de la moratoria firmada. En este contexto el 20 de mayo de 1960, se llevaron a cabo ensayos nucleares clandestinos en Argentina, con la complicidad del propio gobierno.
Para traer las bombas a la Patagonia, la Armada Argentina, en colaboración con el Pentágono; ejecutó la construcción de una pista de aterrizaje para hidroaviones en Puerto Deseado. Sin embargo, el proyecto no se trataba de un hecho común de logística militar, sino que ocultaba un oscuro propósito: realizar ensayos nucleares con microbombas en el desolado sur argentino.
Y según afirma Crivisqui, estos experimentos fueron los causantes del terremoto de magnitudes catastróficas en Valdivia, Chile; del 21 y 22 de mayo de 1960; que causaron la pérdida de miles de vidas y un tsunami que afectó a varias regiones del mundo.
El plan pergeñado consistía en evitar el uso de dinamita para excavar el prolongado y seco canal, y en su lugar provocar detonaciones de pequeñas bombas atómicas colocadas en línea.
Calculaban que después de las explosiones, quedarían cráteres limpios uno tras otro. Según el informe, el pentágono en su apuro, no tomó dimensión que semejantes explosiones bajo tierra liberaría una gran cantidad desproporcionada de energía. Menos aún que causarían movimientos sísmicos de envergadura, tomando en cuenta que el sur de América es una zona eminentemente volcánica; es decir de alto riesgo sísmico.
La negligencia en el manejo de la energía atómica provocó el inusitado movimiento telúrico que alcanzó 9.5 grados en la escala de Richter en inmediaciones de la ciudad de Valdivia. Un tsunami posterior dejó una estela de destrucción. La magnitud de la catástrofe se atribuye en el informe a la liberación de energía causada por las llamadas microbombas nucleares.
Este acto irresponsable de Estados Unidos, violando la moratoria de ensayos nucleares; quedó sepultado bajo una cortina de silencio erigida por el Consejo de Seguridad, que manipuló la narrativa para evitar la revelación de su participación en estos hechos.
La cortina de humo detrás de la captura del criminal nazi
La historia oficial sobre la captura de Adolf Eichman en Argentina el 11 de mayo de 1960 y posteriormente llevado a Israel el día 20 de ese mismo mes y año; ha sido distorsionada con el fin de tapar mediáticamente el affaire nuclear en el lecho seco del río Deseado.
Lotar German, un judío nacionalizado argentino y sobreviviente del Holocausto, fue el principal denunciante de la presencia de Eichman en el País y no Simón Wiesenthal como se difundió. Sin embargo, la voz de German fue silenciada y su vida marcada por persecuciones y amenazas.
Contrariamente a la narrativa oficial, el Mosad no fue el único responsable de la captura de Eichman. La inteligencia militar argentina ya tenía conocimiento de su presencia. La película la "Operación Final" que puede verse en Netflix, retrata la captura de Eichman, y por primera vez en la historia, en coincidencia con el informe de Crivisqui; rescata y pone en el centro la actuación de Lotar German.
La complicidad de los servicios de inteligencia anglosajones y sionistas se hizo evidente en la manipulación de los eventos. Lotar German, quien denunció incansablemente la presencia de Eichman, fue víctima de una operación para silenciarlo, desacreditarlo y relegarlo al olvido histórico.
Por otro lado y a pesar de la magnitud de terremoto, la prensa mundial se centró en la captura de Eichmann. Una distracción mediática hábilmente orquestada por los EE.UU., para ocultar los desastrosos ensayos nucleares en Argentina. La verdad sobre las microbombas nucleares y su impacto en Chile quedó enterrada bajo un relato diseñado para encubrir las acciones ilegítimas del gobierno de Eisenhower.
La historia que la plataforma Netflix presentó en "Operación Final" enfocada en la captura de Eichmann, omite la trama paralela de los ensayos nucleares y sus consecuencias en Chile.
Minutos después de los ensayos nucleares realizados el Santa Cruz, el sábado 21 de mayo de 1960, se registró a las 06:02; el primer movimiento sísmico en Chile, cuya magnitud fue de 8.5 en la Escala de Richet. Uno segundo le sucedió a las 06:22 del día siguiente; en este caso de 9.3 de la misma Escala. Dejando de esa manera el registro de mayor magnitud en la historia de la humanidad.
El informe de Crivisqui arroja luz sobre la catástrofe chilena que fue encubierta por la mediatización internacional de la captura de Eichmann en Buenos Aires. Sin embargo, en contraposición; estos hechos han dejado una cicatriz en la historia de América Latina, y que gracias a la desclasificación de recientes documentos permite comenzar a revelar la verdad sobre nefastos ensayos nucleares en Argentina.