El diplomático de carrera y economista argentino, Renato Carlos Sersale di Cerisano, podría ocupar el cargo de embajador argentino ante las Naciones Unidas.
En enero de 2016 fue designado por Mauricio Macri ante el Reino Unido, en reemplazo de Alicia Castro; constituyéndose en el nexo de la política internacional del macrismo, para la implementación del nefasto Acuerdo Foradori-Duncan.
Carlos Sersale estudió economía y se unió al cuerpo diplomático de Argentina en 1979, desempeñándose como representante en distintos organismos de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York hasta el final del gobierno de Carlos Saúl Menem.
En octubre de 2016, días después de la firma del Acuerdo Foradori-Duncan, Sersale generó el primer gran rechazo -principalmente entre los excombatientes-, tras quejarse que la relación argentina con Gran Bretaña había sido “malvinizada”.
Luego, en diciembre de 2018; nuevamente formuló expresiones en contra de los intereses argentinos sobre Malvinas, cuando a través de su cuenta de twitter, calificó al gobierno de usurpación británico en las islas australes, como las “máximas autoridades” de las islas. Hecho este, que generó, que la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja presidida por Elisa “lilita” Carrió lo interpelara al considerar que el diplomático “habría hecho una suerte de reconocimiento de soberanía” a favor del Reino Unido.
Completando su gestión, en 2019 disolvió el Grupo de Apoyo al Diálogo en la Cuestión de las Islas Malvinas, creado por su predecesora Alicia Castro, que estaba conformado por diversas personalidades interesadas en la resolución del conflicto angloargentino, y como gesto de sumisión al imperio, ordenó retirar una gigantografía de las islas Malvinas en la sede del consulado argentino en Londres.
Durante los cuatro años de representación diplomática en el Reino Unido, Sersale se enfocó en el mandato que le habían dado, primero la Canciller Susana Malcorra y posteriormente su sucesor, Jorge Marcelo Faurie; potenciar el comercio bilateral y atraer inversiones británicas a la Argentina, dejando de lado el reclamo de soberanía sobre el archipiélago.