Desde el norte de Chile hasta las aguas del Pacífico, el Ejército chileno se llevó a cabo el ejercicio Estrella Austral 2025. En esta edición, más de 2.700 efectivos de diversos países, incluyendo a Chile, EE.UU, España, Argentina, Colombia y Paraguay.
La actividad, organizada por el Estado Mayor Conjunto de Chile con respaldo del Comando de Operaciones Especiales del Sur (SOCSOUTH) de EE.UU., se extendió hasta el 8 junio, y más allá de los fundamentos oficiales, en la práctica fortalece la capacidad de combate de las fuerzas armadas extranjeras en un contexto geopolítico que amenaza la soberanía regional.
El ejercicio incluyó operaciones urbanas, navegación anfibia y control aéreo y marítimo, en un entorno de simulación de escenarios de conflicto internacional.
Operaron en un área de 3.700 kilómetros, desde Tarapacá hasta Magallanes y la Antártica Chilena, combinando medios terrestres, navales y aéreos: 67 vehículos terrestres, 42 aeronaves y 4 unidades navales, cumpliendo los 28 objetivos planificados.
Fueron 37 acciones tácticas: 20 de Acción Directa, 15 de Reconocimiento Especial y 2 de Evacuación de No Combatientes. Se ejecutaron 193 operaciones aéreas, 99 con medios nacionales y 94 con aeronaves estadounidenses. Destacaron 14 lanzamientos paracaidistas, 9 misiones de infiltración y 2 evacuaciones médicas.
Se trata de una actividad que pone en peligro los límites entre cooperación y militarización, en un territorio de interés geoestratégico para las potencias mundiales y especialmente para el colonialismo anglosajón.
Desde el Comando de Operaciones Especiales del Ejército (COPE), aseguran que “Estrella Austral 2025” buscó mejorar la cooperación en el control de amenazas transversales y altamente próximas a las fronteras, pero ¿realmente aportó a la seguridad regional o solo consolida una presencia militar extranjera en territorio latinoamericano?
Lo cierto es que este tipo de ejercicios favorece especialmente a los intereses norteamericanos en su enfrentamiento con otras potencias como Rusia y China, por el dominio y los recursos del Atlántico Sur.
Vale remarcar que incluso desde las fuerzas armadas estadounidenses en los últimos años confesaron sus ambiciones de poder en la región.
Esto quedó claro, específicamente en palabras de la titular del Comando Sur de Estados Unidos, generala Laura Richardson, en 2023, quien reconoció en una entrevista periodística la intención de la potencia mundial de extraer las tierras raras y otros recursos naturales, y controlar el acceso marítimo en el extremo sur.
La creación de una Base Naval Integrada, también denominada Polo Logístico Antártico en Ushuaia, capital de la provincia de Tierra del Fuego, con planificación y “colaboración” de las fuerzas extranjeras, es un buen ejemplo.
El proyecto fue anunciado, desmentido y luego confirmado por las autoridades militares norteamericanas y argentinas, y sólo confirma las explícitas ambiciones norteamericanas de cara a la Antártida, los recursos pesqueros y petroleros de la zona, y el conflicto con sus adversarios económicos y bélicos.
A su vez, siempre debemos recordar que estamos hablando del principal aliado geopolítico y militar de Gran Bretaña en la historia, y puntualmente en la usurpación ilegítima de los territorios marítimos e insulares de soberanía Argentina, incluidos en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
EE.UU es la nación que ayudó a los piratas ingleses durante la guerra de 1982, que participa en la mayor base militar de la OTAN en Sudamérica, ubicada en las Islas Malvinas y que realiza periódicamente ejercicios militares en la zona junto a los colonialistas británicos, siendo que en 2021 incluso participó un submarino nuclear norteamericano.
La última información trascendida, aunque no confirmada ni desmentida por las autoridades de ambos países, plantea que la potencia mundial pretende que la Base Naval Integrada que se edificará en Ushuaia sirva de espacio para el abastecimiento y funcionamiento de sus submarinos nucleares.
En su guerra política, comercial y militar contra Rusia y China, EE.UU ya inició una avanzada declarada y sin tapujos sobre los países de Sudamérica, particularmente en Argentina debido a la sumisión del presidente Javier Milei.
Queda en evidencia que el Gobierno estadounidense usará todas sus armas para arrastrar a cada nación en su enfrentamiento.
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