El sitio web flightradar24.com registró el vuelo que la chartera uruguaya AEROMAS SA realizó este jueves 21, en un ida y vuelta desde Montevideo a las Islas Malvinas.
Avalado y permitido por la cancillería probritánica porteña, los cielos argentinos sobre las aguas del Atlántico Sur, son un colador. No importa cuántos radares ponga la Fuerza Aérea, ni el dinero que invierta al Ministerio de Defensa con el aporte de todos los argentinos, ni que la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Argentina establezca lo contrario a lo que hace la cartera que conduce Santiago Cafiero, ni que a los cuatro vientos hayan declarado el punto final para la aplicación del Acuerdo Foradori-Duncan. Todo sigue igual.
Así lo demuestra el incesante movimiento de aeronaves desde el área continental argentina, desde Uruguay, Brasil y Chile, que, en el orden civil y militar, van y vienen como abejas a una colmena. Y en todos los casos, acompañando el avance colonial británico en Malvinas, en materia bélica de la OTAN, y orden comercial y empresarial, ligado al gran saqueo pesquero, a la voracidad por apropiarse de los recursos petroleros y a la proyección de obras estratégicas ligadas al futuro antártico.
Esta vez, el Learjet 60 Matrícula CX-SCA de la empresa de aviación de AEROMAS SA con sede en Montevideo, Uruguay; despegó del aeropuerto de Carrasco a las 11:47 y toco pista en la base militar Mount Pleasant/Monte Agradable, en Malvinas a las 15:05. Y 52 minutos después, partió de Malvinas para hacer el camino inverso, evidentemente luego de cargar combustible y realizar el plan de vuelo.
Como ayer informamos, no se trató de un avión sanitario, de derivaciones o evacuaciones médicas de urgencia. Todo lo contrario, es un excelente Jet ejecutivo de tamaño mediano con capacidad para 8 pasajeros, finamente renovado en 2021 en Estados Unidos.
A qué fue el avión, quienes lo chartearon, cuantas personas lo ocuparon de ida o de vuelta, y porqué la Cancillería argentina lo autoriza, es información reservadas para unos pocos y no para los millones de argentinos y argentinas que desconocen cómo el propio gobierno permite la consolidación colonial británica en el Atlántico Sur.
