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El RRS Sir David Attenborough navega al suroeste de las Islas Canarias rumbo a la Antártida

Hará escala en Montevideo y tendrá a Punta Arenas como puerto de apoyo logístico. Así el Atlántico Sur y la Antártida vuelven a ser escenario de las tensiones geopolíticas.

22 de octubre de 2025 16:15

El buque polar cientifico británico, amarrado en el puerto de Montevideo, el 8 de noviembre de 2024.

El buque de investigación polar y rompehielos británico RRS Sir David Attenborough, operado por el British Antarctic Survey (BAS) y navegando ostensiblemente con la bandera de las "Falklands Islands", ha iniciado su campaña antártica 2025/2026. Un despliegue que subraya la consolidación de la presencia británica y las complejas dinámicas de apoyo logístico en Sudamérica.

Su periplo, documentado por Agenda Malvinas a través de la plataforma de seguimiento Marine Traffic, lo posiciona al suroeste de las Islas Canarias, con destino a una escala logística crucial en el puerto de Montevideo, en lo que se perfila como un patrón anual ya establecido (como se documentó en noviembre de 2024).

Tras su aprovisionamiento en Uruguay, el buque continuará su travesía hacia las bases británicas en la Antártida, incluyendo la base Rothera, donde se prevé la inauguración de la estratégica Discovery Building.

Este trayecto, que inevitablemente lo lleva a operar en áreas soberanas de la Argentina, se complementa con las habituales recaladas en Punta Arenas, Chile. La constancia de esta ruta y el uso de la bandera del territorio de ultramar en disputa, generó rechazos desde el Senado de la Nación y quejas del gobierno de Tierra del Fuego.

La ruta de la controversia

La presencia del Sir David Attenborough en el Río de La Plata y posteriormente en aguas del Estrecho de Le Maire en la costa fueguina (como ocurrió en enero y mayo de 2025), dejó abierto debate sobre la soberanía de las Islas Malvinas y las cada vez menores respuestas del gobierno nacional y del correspondiente a la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, ante estos tránsitos, enarbolando un pabellón de la “colonia usurpadora” las Islas Malvinas.

Hasta ahora, la justificación gubernamental sobre la figura de "paso inocente" se ve contrastada con el valor simbólico y estratégico de una unidad de esta envergadura, con la bandera de las “Falklands Island” y matricula: FK, navegando por aguas de interés soberano.

El desafío del Eje Chile-Reino Unido

La inacción argentina se contrapone directamente a un movimiento visible en la región: el acelerado asociativismo entre Chile y el Reino Unido en materia antártica y militar.

El Sir David Attenborough tiene programadas recaladas operativas en Punta Arenas, Chile, una ciudad que se ha consolidado como un centro logístico clave para el despliegue británico en el sur. Este incrementado apoyo logístico chileno, es una respuesta directa a la nueva política de defensa argentina. La intención del gobierno de Milei de integrar militarmente a Estados Unidos (a través del Comando Sur) en una Base Militar en Ushuaia ha generado una reacción inmediata en la relación bilateral chileno-británica.

Un ejemplo reciente de esta coordinación se observó hace pocos días, cuando tres aviones del BAS despegaron desde Punta Arenas hacia la Antártida casi simultáneamente con el patrullaje de aeronaves militares chilenas y argentinas en la zona. Esta inusual y documentada actividad aérea subraya cómo la logística chilena se ha convertido en un pilar para la proyección británica, estableciendo un claro eje estratégico que busca equilibrar las alianzas de Argentina en el sur.

La Antártida como estrategia de poder

La rutina del rompehielos británico trasciende la mera investigación científica. El Sir David Attenborough es, en realidad, una herramienta de proyección geopolítica británica en una de las regiones más estratégicas del planeta. La Antártida, con su vasto reservorio de agua dulce y sus potenciales riquezas naturales, es el mayor polo de interés global.

Al operar constantemente en el Atlántico Sur y usar la bandera de la colonia usurpadora con el apoyo logístico de un país vecino, el Reino Unido no solo realiza ciencia (como la perforación de hielo en el Glaciar Thwaites), sino que establece una "presencia activa" que consolida su control territorial y marítimo.

La elección de ruta y la recurrencia de las escalas se han convertido en un símbolo de cómo la disputa por la soberanía se juega en el terreno de los hechos concretos. Mientras Argentina explora nuevos alineamientos, el eje logístico Chile-Reino Unido avanza, convirtiendo a la travesía de un buque polar en la manifestación más simple y contundente de la reconfiguración del poder en el sur del mundo.

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