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Piden ayuda para salvar al F-28 Malvinas Argentinas que operó durante toda la guerra

Necesitan $3 millones para rescatarlo. Se abrió una cuenta. Piden el aporte de $ 1.000 para salvar a la veterana aeronave que estuve presente durante todo el conflicto bélico.

3 de octubre de 2022 12:51

El 2 de abril, tras un primer intento que fue abortado por disparos enemigos, logró aterrizar en Puerto Argentino y desembarcar al personal militar.

El Museo Nacional de Malvinas (MUNAM) de la ciudad cordobesa de Oliva inició una campaña de recaudación para salvar del desguace a la segunda aeronave nacional que aterrizó en Puerto Argentino el 2 de abril de 1982, durante la recuperación de las islas.

Se trata del avión de transporte Fokker F-28 5-T-20 “Malvinas Argentinas”, perteneciente a la Armada Argentina, que actualmente está en desuso y podría ser convertido en chatarra si el museo no consigue los $3 millones para pagar los trabajos de desarmado y rearmado antes del 30 de octubre.

“Es un avión histórico, no solo porque su nombre real es Islas Malvinas, sino porque fue el segundo que aterrizó en las Islas el 2 de abril. Para nosotros también es importante porque descubrimos que en él viajó a Malvinas un soldado olivense”, explicó a Ámbito el fundador y actual director del MUNAM, Gabriel Fioni.

Carrera contra el tiempo

Para cumplir con el objetivo, el museo tiene que recaudar $3 millones antes del 30 de octubre, fecha que la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) puso como límite para mantener a la aeronave en Ezeiza.

Estado actual de la aeronave

 

Desde el inicio de la campaña, Fioni y su equipo ya juntaron cerca de $700 mil.

“La campaña de donación es de $1.000. Estamos hablando de 2.500 argentinos que puedan donar $1.000 a las cuentas de la fundación. Con eso, nosotros podemos hacer el traslado y desarme y rearmado del avión, además de la recuperación. Por su estado, necesita mucho cariño, mucho trabajo; digamos que finalmente lo vamos a dejar como en sus mejores días”, detalla el director de la institución.

De lograr el cometido, el MUNAM busca generar un evento para concientizar a los ciudadanos de lo que significa la preservación del material histórico y trasladar el avión entre Buenos Aires y Córdoba con una gran caravana “malvinizadora”.

“Nos gustaría malvinizar a través de la ruta. Soñamos con un viaje muy lento, invitando a la gente de las ciudades vecinas a la autopista a que se acerque a saludarlo, a despedirlo, y que llegue al museo para su descanso final”, remarca Fioni.

 Veterano de Malvinas

 Adquirido de fábrica en 1979 para reemplazar a los veteranos DC-3, el Fokker se sumó a la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Sostén Logístico Móvil.

En 1982 se le removieron los asientos para adaptarlo como avión sanitario y fue apostado en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS).

Durante la guerra, tuvo una destacada labor uniendo el continente con las Islas y sorteando el bloqueo británico para evacuar heridos y trasladar tropas. Incluso se convirtió en la segunda aeronave argentina en tocar pista en la capital isleña.

Aquel 2 de abril, tras un primer intento que fue abortado por disparos enemigos, logró aterrizar en Puerto Argentino y desembarcar al personal militar.

Tripulación del 2 de abril: de campera marrón Urbano, Schmidt y Gómez; de campera azul Fossati, Carrero, Guentin y Tourne

Más tarde volvió al continente trasladando a heridos, infantes de Prefectura y Armada y al cuerpo del capitán Pedro Giachino, el primer caído de la contienda. Sus años de servicio terminaron en 2008 y desde entonces está apostado en el Aeropuerto de Ezeiza.

Cesión

Gabriel Fioni se enteró de la situación de la nave en 2020 a través de un jefe de la Armada, que ofreció cederla al museo. “Nos dijo que era uno de los dos F-28 que operó en Malvinas, nos dio la matrícula y empezamos a investigar con asesores nuestros. Hablé con el capitán de navío Juan José Membrana, que fue piloto de Tracker en 1982, y empezamos a recibir documentación, fotografías”, explica.

Al anunciar en las redes sobre la adquisición, el Veterano de Guerra de Malvinas (VGM) Daniel Chiarla, quien viajó en el avión el 2 de abril, se contactó con él y le reveló que en ese vuelo estaba el soldado oriundo de Oliva Milton Galindez, fallecido posteriormente al conflicto. El hecho le dio un significado mucho más potente a la necesidad de tener el Fokker en el museo.

Fioni cuenta: “El avión todavía tiene los colores originales, con algunos cambios. Necesita una lavada de cara, porque lleva 15 años sin volar. Está bastante completo en su interior. La idea del museo, con la campaña que estamos realizando, y que ojalá se nacionalice porque Malvinas nos atañe a todos, es poder reunir el dinero necesario para desamarlo, transportarlo y armarlo aquí, en Oliva”.

Fuente:

Ámbito

Por Agenda Malvinas

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