Reino Unido refuerza su poder militar para sostener el mayor sistema colonial del planeta

Con la excusa de la guerra entre la OTAN y Rusia en Ucrania, invertirá u$s 22.295,50 millones, en maquinaria bélica. Construirán 12 submarinos nucleares, fabricarán 7.000 armas de largo alcance e invertirán otros u$s 2000 millones en municiones y componentes explosivos.

7 de junio de 2025 12:05

La expansión militar británica reafirma su lógica imperialista en el Atlántico Sur.

En un movimiento que evidencia su ambición de mantener y expandir sus colonias, sus Territorios de Ultramar, paraisos fiscales y sostener a gobiernos totalitarios y genocidas; Reino Unido anunció un ambicioso plan de inversión militar. La iniciativa, que contempla la construcción de hasta 12 nuevos submarinos de ataque de propulsión nuclear y el incremento de su arsenal nuclear.

El anuncio, realizado en medio de una revisión de su política de defensa el 2 de junio de 2025, revela una inversión de aproximadamente 15.000 millones de libras (unos 20.295,50 millones de dolares), en el programa de renovación de su armamento nuclear y naval. 

Si bien públicamente las autoridades británicas sólo hacen referencia a la confrontación con Rusia, la realidad es que este programa tendrá implicaciones directas sobre las regiones controladas ilegítimamente por el colonialismo anglosajón, como las Islas Malvinas y el Atlántico Sur. Tan es así, que unos de los primeros en festejar el anuncio, fue el ilegítimo gobierno de ocupación que usurpa el archipiélago y extensas áreas marítimas argentinas del Atlántico Sudoccidental.

La base militar más grande de la OTAN en Sudamérica está ubicada en las Malvinas, y en los últimos años esa presencia se ha fortalecido con frecuentes ejercicios militares, la modernización de la infraestructura (con un puerto de aguas profundas a punto de comenzar a construirse) y la presencia de submarinos nucleares estadounidenses en maniobras conjuntas, como ocurrió en 2021. 

Pero las ambiciones de Londres no se limitan a la proyección militar: la soberanía sobre las Islas Malvinas y su vasta zona económica exclusiva, rica en biodiversidad, recursos naturales y energéticos, constituyen un objetivo clave. 

Para incrementar aún más sus capacidades, Reino Unido impulsará una inversión millonaria en la producción de municiones y armas de largo alcance. Según el Ministerio de Defensa, el país invertirá unos 1.760 millones de euros (otros u$s 2000 millones), en la construcción de al menos seis fábricas dedicadas a la fabricación de municiones y componentes explosivos. 

A esa cifra, hay que sumarle la adquisición de hasta 7.000 armas de largo alcance fabricadas localmente, siendo que el gasto total en municiones alcanzará los 6.000 millones de libras, equivalentes a 7.100 millones de euros. 

Estas inversiones están en línea con la ambiciosa meta del primer ministro Keir Starmer de elevar el gasto en defensa al 2,5% del producto interior bruto (PIB) para 2027, y al 3% antes de 2034.

El despliegue militar de Reino Unido, además, comprende la construcción y modernización de una infraestructura que sirva como base para su poder en varias regiones estratégicas. La expansión y mejoras en el establecimiento de armas atómicas en Aldermaston, junto con el fortalecimiento del sector industrial de defensa, crearán miles de puestos de trabajo en todo el país, en regiones como Escocia y Somerset, en un esfuerzo por combinar poder militar con impulso económico.

Este incremento en fuerzas y recursos militares, deja en claro que Gran Bretaña continúa sosteniendo su lógica imperialista, con el objetivo de mantener su posición dominante en regiones clave del planeta, como el Atlántico Sur y la Antártida; y conducir la OTAN junto a Alemania y Francia; hacia una escalada que pone al mundo al borde de una Tercera Guerra Mundial.

Mientras tanto, los esfuerzos diplomáticos y las denuncias internacionales por la ocupación ilegal siguen siendo ignorados por Londres, que apuesta a su poder militar y a su infraestructura de control para sostener un legado colonial que, lejos de avanzar hacia la descolonización, continúa afianzándose en nuevas formas de hegemonía. 

La expansión en la región antártica, con su potencial de recursos y su importancia estratégica, confirma que la política imperial británica se mantiene vigente, al servicio de un modelo colonial que se resiste a desaparecer, en detrimento de la soberanía y los derechos de los pueblos afectados.

 

FUENTES:

SONAR AUSTRAL

CLARIN

CANAL 26

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