El Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa de la República Argentina certificó exitosamente su propio probador de cartuchos de asientos eyectables para extender la vida útil de los Super Etendard de la Aviación Naval de la Armada; y además poner en servicio los cinco aviones Super Étendard Mordenisé, que Mauricio Macri compro a Francia en 2017 por 12.5 millones de euros.
Este hecho de alta importancia, significa saltear el veto inglés que bloqueaba la exportación de repuestos de una compañía francesa, porque antes contaba con piezas británicas.
De esta manera, Argentina puede desarrollar sus propios cartuchos de asientos y poner en vuelo a los aviones que compró en 2017. La tecnología para esta industria solo la dominan un puñado de naciones, donde ahora se ubica el país. Por este motivo, el nuevo laboratorio de pruebas posibilitó que se puedan poner en vuelo los aviones sin depender de proveedores extranjeros.
En este marco, la utilización de las aeronaves ahora depende de organismos de control interno de las Fuerzas Armadas Argentinas, la Dirección de Aeronavegabilidad Militar Conjunta (DIGAMC). Además, desde estos órganos castrenses evalúan cambiar directamente los asientos británicos de los aviones.