El Mar Argentino se convierte nuevamente, como cada diciembre, en el escenario de la creciente llegada de buques pesqueros extranjeros, en su mayoría provenientes de China.
La flota asiática se establece en las aguas adyacentes a la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Argentina, para depredar los recursos marinos que sustentan la biomasa de la región.
Aunque su actividad no se considera ilegal, su impacto en las especies migratorias y la competencia desleal afecta a la soberanía sobre los recursos pesqueros del país.
La Prefectura Naval Argentina (PNA) informó 60 arribos recientes, provenientes principalmente del Océano Atlántico y el Pacífico, de buques cruzan el Estrecho de Magallanes tras haber pescado en mares de países vecinos como Ecuador y Chile.
A finales de enero, se espera que más de 500 barcos operen en la Milla 201, donde la mayoría se dedica a la captura del calamar.
Los efectos negativos de esta pesca masiva son evidentes. Referentes del sector pesquero expresan su preocupación, señalando que las prácticas comerciales de la flota internacional, que incluye subsidios gubernamentales y la falta de cumplimiento de normativas ambientales, afectan la salud de los ecosistemas marinos.
También inquieta que la flota china haya desplazado a Perú como el principal capturador del calamar gigante a nivel mundial.
Paralelamente los gobiernos provinciales de Chubut y Santa Cruz firmaron convenios con una importante empresa china para brindar apoyo logístico a las embarcaciones que depredan nuestros recursos antes de ingresar a la Zona Exclusiva.
A pesar de que los buques extranjeros operan bajo el concepto de “paso inocente” al navegar en las primeras millas de la jurisdicción nacional, el objetivo es mucho más que simplemente cruzar aguas.
Mientras que las incursiones de pesca ilegal en la ZEE son poco comunes, la actividad en la Milla 201 tiene consecuencias significativas, especialmente al no respetar los períodos de veda establecidos para proteger las especies locales.
El “Equipo de Trabajo Interdisciplinario para el Control de los Espacios Marítimos y sus Recursos” (Eicemar) identificó 783 buques de interés que “por características, comportamiento, antecedentes o patrones de navegación justifica su monitoreo, análisis y/o intervención en base a criterios operativos, de seguridad, ambientales o judiciales”.
Por otra parte, según el Prefecto Mayor Sergio Almada, el uso de subsidios por parte de estas flotas es un factor que permite su rentabilidad. Señala que “sin subsidios, es poco probable que esas flotas sean rentables”.
Este hecho contrasta con la pesca local, que opera bajo regulaciones estrictas, creadas tras la casi extinción de la merluza en los años 90 debido a la sobrepesca.
FUENTE:
Infobae