Con la llegada del jefe del Comando Sur de Estados Unidos, almirante Alvin Holsey, a la Argentina, se reaviva el debate sobre las implicancias de una mayor presencia militar estadounidense en el Cono Sur. En particular en un escenario estratégico como el de Tierra del Fuego, teniendo en cuenta los anuncios del presidente Javier Milei respecto de la construcción de una Base Naval Integrada en conjunto con EE.UU. en Ushuaia.
La visita revela un interés creciente de Washington en asegurar su influencia en el Atlántico Sur y en la protección de sus intereses geopolíticos en la región y queda de manifiesto el sometimiento de nuestro país a las necesidades de la potencia mundial.
En su cuenta de X, la Embajada norteamericana publicó que "Estados Unidos está comprometido a profundizar nuestra larga asociación en defensa con Argentina y a trabajar juntos para fortalecer la seguridad regional".
El jefe del Comando Sur de EEUU, Almirante Alvin Holsey, se reunió hoy con el presidente @JMilei. EEUU está comprometido a profundizar nuestra larga asociación en defensa con Argentina y a trabajar juntos para fortalecer la seguridad regional. pic.twitter.com/JY3DAg4oKr
— Embajada de EEUU en Argentina (@EmbajadaEEUUarg) April 29, 2025
En la previa del encuentro en Casa Rosada, el jefe del Estado Mayor Conjunto Xavier Isaac recibió al norteamericano en una recepción de honor y luego fue el turno de Luis Petri, con quien se entrevistó en el Edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa. Más tarde, se ralizó el encuentro en la Casa Rosada con el presidente Javier Milei fue breve: 45 minutos en un despacho oficial.
‘La delegación que lo acompaña está integrada por la encargada de negocios de la sede diplomática estadounidense en la Argentina, Abigail Dressel, y el Mayor General, Julian Cheater, director de Estrategia, Políticas y Planes del Comando Sur.
Además, viajarán este miércoles a la Base Naval de Ushuaia, donde la Armada podría avanzar en la construcción de un polo logístico antártico en colaboración con EE.UU., proyecto altamente cuestionado por sus implicancias de soberanía y control de los territorios del extremo sur.
La visita de Holsey, en un momento donde las relaciones de Estados Unidos con China se tensan y el interés por el control del Polo Sur y la Antártida crecen, pone sobre la mesa la preocupación sobre la soberanía argentina y regional.
En este marco se planteó la prioridad que otorga Washington a la cooperación militar con Buenos Aires. Sin embargo, más allá de las declaraciones oficiales sobre la profundización de la alianza, surgen dudas acerca de las verdaderas intenciones de un despliegue que en la práctica parece apuntar a aumentar la influencia norteamericana en un territorio clave para su política exterior.
Cabe recordar que, en paralelo, se han habilitado operaciones del Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense en la Hidrovía Paraná-Paraguay y otros mecanismos de cooperación en defensa, promoviendo una apertura incompatible con la soberanía nacional.
La visita de Holsey coincide con una política internacional que refuerza la posición militar estadounidense en diferentes latitudes. En ese contexto, el avance en la construcción y operatividad en Tierra del Fuego, como se plantea mediante una base naval integrada, debe interpretarse como un movimiento geopolítico para asegurarse un pie en el Polo Sur, una región cuya importancia estratégica y recursos aún no explotados crecen de manera exponencial.
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