El rompehielos ARA Almirante Irízar ha llegado a la Base Belgrano II, la más austral de Argentina y la tercera más austral del mundo, marcando otro paso en su participación en la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2024/25. Tras seis días de travesía desde la Base Antártica Conjunta Orcadas, realiza una serie de tareas esenciales en uno de los ambientes más exigentes del continente blanco.
El ARA Irízar zarpó del Apostadero Naval Buenos Aires, realizando una escala técnica que resultó crucial antes de entrar en la complicada logística de la Antártida. A su llegada, el buque fue reabastecido en alta mar mediante una maniobra llamada Replenishment at Sea (RAS) por el Buque Logístico ARA Patagonia, que vuelve a la actividad tras años de inactividad. Este trasbordo no solo es vital para el Irízar, sino también para el aviso ARA Puerto Argentino y el transporte de componentes necesarios para el primer módulo de la futura Base Antártica Conjunta Petrel.
En este difícil recorrido, el rompehielos cruzó el Círculo Polar Antártico y llegó al Canal Costero San Martín, destacando la importancia estratégica de la Base Belgrano II. El Capitán de Fragata Sebastián Alejandro Musa, al mando del Irízar, explicó que la logística es fundamental en esta etapa, destacando la sincronización de esfuerzos al desviar a la Base Orcadas para el recambio del personal antes de dirigirse a Belgrano.
La operación en Belgrano II se extiende por cuatro días, durante los cuales se llevan a cabo múltiples actividades esenciales. Entre ellas se incluye el despliegue del Grupo Playa, que organiza las maniobras de carga y descarga, así como el relevo del personal de invernada. Además, un equipo de científicos y técnicos de la Dirección Nacional del Antártico (DNA) se embarcó para realizar investigaciones sobre meteorología, fauna, geodesia y sismología.
Otro aspecto de relevancia ha sido la instalación de dos antenas para la recepción de imágenes satelitales polares, en colaboración con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), lo que permitirá mejorar el monitoreo de las condiciones ambientales en la región. Asimismo, se ha avanzado en la investigación del proyecto Nutec Plastic, que tiene como objetivo medir la contaminación por microplásticos en el área.
El Capitán de Corbeta Carlos Horacio Vázquez, Jefe de Operaciones del Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR), también se pronunció sobre la importancia del Irízar en el contexto antártico. Según Vázquez, “El 85% de la actividad científica y turística en la Antártida ocurre en la península, lo que hace crítica la labor del rompehielos, consolidando a Argentina como una nación que se adentra profundamente en el Mar de Weddell”.
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