El viernes 26 de mayo de 2023 el Ejército de Chile sufrió un ataque de ransomware (en español, secuestro de datos), un tipo de robo cibernético de información que encripta los datos de la víctima y pide un rescate para devolverlos. Según dio a conocer la institución castrense tres días después, se apagaron todos los computadores y se inició un 'contraataque' contra los hackers, un grupo de reciente actividad conocido como Rhysida.
A pesar de la respuesta del Ejército –que incluyó la entrega de antecedentes al Estado Mayor Conjunto (EMCO), institución que también fue hackeada hace ocho meses–, desde el jueves 15 de junio miles de documentos secretos y reservados, que comprometen seriamente la seguridad nacional, están disponibles para descargar en la dark web desde el sitio de Rhysida. Los hackers aseguran que vendieron el 70% de la información, dejando el resto para consulta pública. “No se subieron datos vendidos, cazadores de datos, disfruten”, escribieron desde la organización criminal.
Entre los archivos se encuentran estrategias militares ante un hipotético ataque argentino por Tierra del Fuego y la disposición logística de armamento y tropa en las fronteras de Perú y Bolivia, conforme los planes de control de ingreso irregular al país.
Interferencia accedió a los 360 mil archivos del Ejército que no fueron vendidos. Los documentos no fueron publicados y su contenido sólo fue comentado de manera general, sin entrar en los detalles de los datos, y pixelando las fotos de los documentos, dado el riesgo que representa para el vecino país su divulgación. Esto último, a pesar de que están disponibles para descarga libre y gratuita, por lo que muy probablemente esta información ya está en poder de desconocidos de forma íntegra.
Entre los archivos se encuentran estrategias militares ante un hipotético ataque argentino por Tierra del Fuego y la disposición logística de armamento y tropa en las fronteras de Perú y Bolivia, conforme los planes de control de ingreso irregular al país.
Otros documentos detallan lineamientos para hacer frente a manifestantes durante el estallido social, características y debilidades del Ejército y sus armas, información pormenorizada sobre los cuarteles generales de la institución y sus planos, además del armamento, vehículos y soldados disponibles. También datos privados de militares, con sus nombres, direcciones particulares, sus números de celular y los de sus padres o cónyuges, grupos sanguíneos, e inclusive algunos perfiles psicológicos. Auditorías reservadas, despliegues y relevos de militares, compras públicas, felicitaciones y hojas de vida también figuran entre los archivos filtrados.