En una nueva vuelta de rosca a la política de subordinación al eje imperialista angloyanqui sionista del gobierno de Javier Milei, “la anglo-neerlandesa Shell será la que desarrolle la nueva planta de licuefacción de gas proveniente de Vaca Muerta, que definitivamente se levantará en Punta Colorada, Rio Negro”, informó el portal de noticias MDZ.
El proyecto fue anunciado en La Haya, Países Bajos, entre YPF y Shell. Haberlo anunciado en Londres hubiese sido demasiado chocante, aunque al admirador de Margaret Thatcher no se hubiera hecho demasiado problema. Dicho anuncio marcó la salida definitiva de Petronas, la petrolera estatal malaya, que había traído la idea de construir dicha planta en Argentina. Además de confirmar que la radicación de la misma será en la provincia de Río Negro.
YPF, en un comunicado de prensa, dijo que el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, y el vicepresidente Ejecutivo de GNL de Shell, Cederic Cremers, firmaron el acuerdo de compromiso final para el desarrollo del proyecto.
El comunicado destaca que: “El PDA (Project Development Agreement, por su término en inglés) implica que Shell se incorporará al proyecto. Las partes se comprometieron a avanzar en el desarrollo de la primera fase del proyecto Argentina LNG hasta tomar la decisión para ingresar a la etapa de FEED (Front-End Engineering and Design). Esta primera fase implica una capacidad de licuefacción 10 millones de toneladas al año (MTPA)”.
Además, confirma la salida de los malayos ya que informa que:: “Con el ingreso de Shell al desarrollo de la primera fase de ARG LNG, finaliza la participación de Petronas como socio de YPF. Ambos continuarán trabajando en el desarrollo del área La Amarga Chica en Vaca Muerta. YPF reconoce el valioso aporte de Petronas durante los últimos dos años, compartiendo con los equipos de YPF su experiencia técnica y comercial en el mercado de GNL. El trabajo conjunto ha contribuido al desarrollo del Proyecto ARG LNG hasta su etapa actual y permitirá dar nuevos pasos”.
Por su parte, Horacio Marín sostuvo que: “Estamos orgullosos de que Shell, líder mundial en la producción de GNL, se una al proyecto. Como pionero en el mercado de GNL, el conocimiento y la experiencia de Shell serán fundamentales para ayudar a posicionar a Argentina como un proveedor de energía global confiable y competitivo".
En julio de 2024, el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, hizo varias presentaciones ante inversores en Nueva York y el 27 de agosto de 2024 en Washington frente a American Council, en las que detalló que aguardaban la llegada de proyectos por entre 30.000 a 54.300 millones de dólares en el sector energético, en los próximos dos años (que para ejecutarse demandarán entre 20 y 30 años), tras la implementación de la ley 27.742 que incluye el RIGI (Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones).
En su habitual columna en El Cohete a la Luna, el economista Horacio Rovelli, pone en evidencia que esos anuncios planteados por Werning fueron el punta pié inicial en la planificación del saqueo por parte del lobby petrolero, ya que: “El gobierno anunció en la penúltima semana de diciembre de 2024 que pondrá en marcha, desde enero de 2025, los beneficios cambiarios del Decreto 929/2013, que implica una flexibilización del cepo para las empresas que inviertan en Vaca Muerta, para que las empresas del sector petrolero puedan exportar el 20% de su producción (y no pagar retenciones sobre ese total) y mantener en el exterior las divisas generadas por esas exportaciones”.
Además, Rovelli agrega que: “En esa penúltima semana del año 2024, el Ministerio de Economía (autoridad de aplicación del RIGI) dio a conocer el ingreso de un segundo proyecto de YPF [1] a dicho régimen que incluye la construcción de un oleoducto para conectar Vaca Muerta con el puerto que se construirá (en dicho proyecto) en Punta Colorada, en el golfo San Matías de la provincia de Río Negro, que aseguran que permitirá duplicar las exportaciones de petróleo”.
La inversión total para la construcción del oleoducto asciende a 2.500 millones de dólares, sostiene Rovelli, y será realizada por YPF en colaboración con empresas mayoritariamente de capital extranjero: Vista, Oil & Gas (en la que Miguel Galuccio posee el 7,617% de las acciones, pero mayoritariamente cotiza en la Bolsa de New York); PAE (Pan American Energy, donde el 60% pertenece a la British Petroleum y 40% a la familia Bulgheroni); Pampa Energía (donde los Mindlin poseen la dirección de la empresa, pero el 75,5% de las acciones cotizan en Nueva York y es ostensible la participación de BlackRock y de Joseph Lewis con directores nombrados en la sociedad); Chevron (donde son importantes accionistas BlackRock y Vanguard), y Shell (tradicional empresa anglo-holandesa que en los últimos años, a cambio de financiación, vendió parte de sus acciones a BlackRock —2,135% del capital accionario—, Vanguard —3,84% de las acciones— y Norges Bank Investment Management —2,972% de las acciones—).
Un dato a tener en cuenta es que el millonario inglés, Joe Lewis, adquirió 8,7% del paquete accionario del grupo Pampa Energía, operación que concretó el 12 de agosto de 2019 en momentos en que los precios de las empresas locales que cotizabann en Nueva York se desplomaron cuando el gobierno de Mauricio Macri tambaleaba como consecuencia del resultado de las PASO.
El Economista informaba que: “La compra de acciones del magnate informada por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) se logró mediante las negociaciones concretadas por las empresas Braslyn Ltd y Hidden Lake, radicada en Buenos Aires”, ya que “entre ambas compañías vinculadas a Lewis compraron 8,7% de Pampa Energía, la empresa presidida por Marcelo Mindlin, de las cuales Hidden Lake controla 4,2% de las acciones, y el otro 4,5% mediante Braslyn Ltd, de acuerdo a la documentación pública de la SEC”.
Desde Agenda Malvinas, a principios de agosto, informábamos que la planta de gas natural licuado (GNL) se construiría en la provincia de Río Negro, en la zona de Punta Colorada, localidad de Sierra Grande, donde también se llevaría a cabo la puesta en valor y modernización de un viejo puerto en desuso con salida al Mar Argentino y que dicha inversión total del proyecto era de 30.000 millones de dólares y se concretaría, por etapas, a lo largo de una década.
En aquel momento también dijimos que “esto le viene como anillo al dedo al imperialismo anglosajón ya que la nueva planta de GNL que YPF construirá con la petrolera estatal de Malasia, estado miembro de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth of Nations), se encuentra en la zona de Sierra Grande, a escasos 22 kilómetros del campo vinculado al magnate y súbdito de la corona británica, Joe Lewis, a través del gerente de algunas de sus empresas, Nicolás Van Ditmar, entre ellas Bahía Dorada y Hidden Lake (Lago Escondido)”.
El mismo campo donde se encuentra enclavada la pista de aterrizaje de casi dos kilómetros de largo.
Pero la realidad siempre nos depara mayores sorpresas, ya que la cosa es más grave de lo que creíamos, ya que ahora la empresa asociada a YPF para realizar este descomunal saqueo, RIGI mediante, será directamente la emblemática empresa británica de hidrocarburos, originaria de Países Bajos.
Más subordinación y entrega al colonialismo invasor británico no se consigue. Pero qué se puede esperar de un presidente que se declara admirador de Margaret Thatcher.
Fuentes: