La princesa Ana, la única mujer de los cuatro hijos de la extinta reina Isabel II de Inglaterra visitará por tercera vez la colonia británica implantada en Malvinas. Lo había anunciado en junio en un encuentro con veteranos de la guerra de 1982, cuando se refirió al estatus de ciudad que había alcanzado Puerto Stanley; urbe que fue rebautizada al comienzo del conflicto con el nombre de Puerto Argentino por el gobierno dictatorial del General Reinaldo Fortunato Galtieri.
En esta oportunidad, la información sobre el viaje de cinco días a las islas, surgió de la oficina de la ilegítima gobernadora del archipiélago Alison Blake, indicando que llegará acompañada por su esposo, el vicealmirante Sir Timothy Laurence.
La princesa que en agosto cumplió 72 años, ya ha visitado las Malvinas en el pasado, en 2009 y posteriormente en 2016.
En Gran Bretaña esperan una reacción del gobierno argentino
“La visita de la princesa Ana a las Malvinas no es política, pero aún podría 'molestar' a Argentina”; así lo reflejó la versión online del diario británico Daily Express, resumiendo las declaraciones realizadas por Ian Shields, quien además de veterano de guerra, es profesor de política y estudios internacionales de la Universidad de Cambridge.
La visita de la princesa Ana a las Malvinas a fines de este mes es "totalmente apropiada" y no debe percibirse como una postura sobre la disputa de larga data entre el Reino Unido y Argentina sobre el archipiélago, cree en principio, Shields; sin embargo, también dijo: "Me sorprendería enormemente si el gobierno argentino no aprovechara la oportunidad para aprobar un comentario negativo".
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