En el medio de su discurso de anoche, reconociendo la derrota en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, el presidente Javier Milei citó a Winston Churchill: “El fracaso no es fatal, lo que cuenta es el coraje para continuar”. La frase, pronunciada tras una aplastante diferencia de 13 puntos frente a Axel Kicillof, no logró ocultar el revés electoral que sufrieron los libertarios en el principal bastión del país. El peronismo, bajo el frente Fuerza Patria, consolidó una victoria inobjetable, dejando en evidencia el escaso arraigo de la gestión de La Libertad Avanza en el territorio bonaerense.
Pese al mensaje de resiliencia, la retórica presidencial tomó un giro belicista. A las 2 AM de este lunes, a horas de finalizar el conteo, Milei publicó en su Instagram una imagen de fuerte carga simbólica: él de espalda, encarnando la figura de un caballero de las cruzadas medievales, con capa, en cuyo centro luce la cruz inglesa; enfrenta al pueblo argentino al cual él (el presidente) representa como orcos que portan la bandera nacional. El mensaje que la acompañaba es categórico: “Acá no se rinde nadie, la batalla recién empieza”.
La imagen, que rápidamente se viralizó, resume una profunda y peligrosa contradicción. Milei adopta la figura de un cruzado inglés -símbolo de la misma nación con la que Argentina mantiene una disputa histórica por la soberanía de Malvinas-, para enfrentarse a un ejército de orcos que representan a los argentinos. Una actitud que genera una mayor distancia entre la representación simbólica de la figura presidencial y la sensibilidad nacional; y serios interrogantes de lo que sucederá en el País, a partir de las decisiones que tome el Régimen Libertario en estos 40 días de campaña; hasta el próximo 26 de octubre.