Ushuaia, escenario del interés militar estadounidense en el Polo Sur y en materia de control espacial

La visita del jefe del SOUTHCOM a Ushuaia reaviva el debate sobre la instalación de una Base Naval conjunta para el desarrollo antártico y la reactivación del radar de LeoLabs, como centro de la disputa geopolítica global.

30 de abril de 2025 09:53

La posible construcción de una Base Naval Integrada en Tierra del Fuego convierte a la provincia en un escenario de intereses estratégicos extranjeros y control geopolítico.

En un contexto de creciente interés estratégico de Estados Unidos en la región, la anunciada visita del almirante Alvin Holsey, comandante del Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM), este miércoles a Ushuaia, enciende alarmas en torno a las ambiciones militares del país norteamericano en la Patagonia. Más aún cuando en las últimas horas, diferentes medios de prensa de la provincia austral señalan que el militar estadounidense le solicitó al presidente Javier Milei, la reactivación definitiva del radar de LeoLabs con capacidad de seguimiento de objetivos bélicos instalado por sus filiales británicas e irlandesas, en las proximidades del municipio de Tolhuin.

La presencia del alto oficial en Tierra del Fuego, en el marco de una gira que incluyó reuniones de alto nivel en Buenos Aires, parece dar un paso más en el proyecto de instalación de una Base Naval integrada para el desarrollo antártico  con participación estadounidense, tal como lo anunciara Javier Milei en abril de 2024, y a pesar de las desmentidas posteriores del gobierno norteamericano.

Desde diferentes sectores académicos y analíticos, la noticia adquiere otro nivel de gravedad. Luciano Anzelini, doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires y magíster en Estudios Internacionales por la Universidad Torcuato Di Tella, señala que la visita confirma que el proyecto de una base militar compartida en Ushuaia “va en serio” para los intereses del Pentágono

Si uno revisa los documentos estratégicos elaborados en los últimos años por Estados Unidos, especialmente por el Pentágono y las agencias de inteligencia, se observa que regiones como el Ártico y la Antártida han adquirido una importancia sin precedentes en la agenda militar estadounidense,” afirma Anzelini.

El especialista subraya que Washington no sólo mira hacia el polo sur por motivos científicos o de control ambiental, sino en un marco geopolítico cada vez más complejo. 

El Atlántico sur, la proyección antártica y el carácter bioceánico de la región cobran una relevancia estratégica notable en la disputa global que mantiene EE.UU. con China. La presencia expansiva de Pekín en el Cono Sur despierta una preocupación profunda en Washington,” añade.

El análisis crítico no se limita solo al interés de Estados Unidos, sino también a la actitud del gobierno argentino. Para Anzelini, la visión de la región latinoamericana como un escenario de competencia entre potencias es poco atendida por las autoridades nacionales. 

El interés de Estados Unidos en el Atlántico sur ha ido en aumento, y la respuesta del gobierno argentino ha sido subordinada a necesidades económicas, sin mayor reflexión sobre las implicancias geopolíticas,” advierte. 

La lógica de alineamiento con Washington, sostiene, podría poner en jaque la soberanía regional y la capacidad de respuesta de los países sudamericanos en esta materia.

En la víspera de la visita a la Base Naval de Ushuaia, Holsey fue recibido en Buenos Aires por altos funcionarios militares y diplomáticos, y mantuvo encuentros con el ministro de Defensa, Luis Petri; el jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac; y fue recibido en la Casa Rosada por el propio presidente Javier Milei

La decisión política, según fuentes oficiales, responde a la búsqueda de “profundizar y ampliar la cooperación estratégica” entre Washington y Buenos Aires. Sin embargo, este acercamiento busca traducirse en una mayor presencia militar estadounidense en la región, con objetivos que trascienden la cooperación diplomática o científica.

La historia del interés de EE.UU. en instalar bases militares en la Patagonia no es nueva. Desde hace décadas, diferentes gobiernos estadounidenses han expresado interés en la región debido a su potencial estratégico en términos de control marítimo, militar y de recursos naturales. 

La dificultad siempre ha sido la reacción de los países latinoamericanos y la propia incertidumbre política local respecto a una presencia militar extranjera en áreas tan sensibles como Ushuaia.

El foco en la nueva base naval conjunta, que incluiría participación activa del Pentágono y del Comando Sur, despierta críticas porque abre la puerta a una posible formalización de presencia militar en una zona de alta sensibilidad política

La Patagonia no solo tiene un valor estratégico, sino que también representa un símbolo de soberanía para Argentina, que en los últimos años ha visto incrementarse la inquietud por la proliferación de intereses externos en su territorio.

Por ahora, las expresiones oficiales en Buenos Aires insisten en que todo forma parte de “la cooperación estratégica” y que no hay decisiones tomadas en firme. 

Sin embargo, los movimientos y declaraciones del gobierno estadounidense, junto con la tendencia del Pentágono a consolidar presencia en regiones clave, hacen dudar que estas palabras sean suficientes para tranquilizar a la opinión pública.

La presencia militar en Ushuaia, lejos de ser solo cooperación internacional, parece consolidar una posición hegemónica que puede limitar la capacidad de decisión de la Argentina ante tensiones internacionales o disputas marítimas en esa zona clave.

En tiempos donde la dinámica internacional se redefine a partir de los enfrentamientos entre Estados Unidos y China, y donde la región del Atlántico Sur se convierte en un escenario estratégico de disputa, el país debe evaluar si permite una expansión de la presencia militar extranjera en su territorio o si mantiene una posición de autonomía y soberanía plena.

El interés de Washington en Ushuaia no se reduce a la mera cooperación. La base, que supone fortalecer la presencia argentina en el extremo sur del continente, trae debajo del agua una agenda de control geoestratégico que se extiende a las rutas marítimas, la vigilancia y la explotación de los recursos naturales en la zona. 

FUENTE:

GPS SIN DIAL

Tags

Otras noticias de Nacionales

Te puede interesar

COMENTARIOS

Aún no hay comentarios

Inicia sesión o regístrate para comentar.