Mostrando su histórica faceta de identidad imperialista y autoritaria, el Reino Unido vive inmerso en una era de creciente control estatal que atenta contra la libertad de expresión de sus propios ciudadanos, a través de la vigilancia y la censura digital que también expanden al resto del planeta.
La última información conocida sobre los multimillonarios fondos destinados a la implementación de un sistema de monitoreo mundial, a través de contrataciones secretas incluyen a la empresa LeoLabs, quien entre 2022 y 2023, instaló un radar con capacidad de seguimiento satelital militar y monitoreo comunicacional aéreo y terrestre en Tolhuin; en absoluta complicidad del Gobierno de la provincia argentina de Tierra del Fuego.
Al respecto, el especialista español en nuevas tecnologías, Marc Vidal, informó por su canal de Youtube que el gobierno anglosajón adquirió un nuevo sistema de monitoreo por un costo de 1.200 millones de libras (más de 1.500 millones de dólares), teniendo en cuenta que esta tecnología rastrea y analiza las comunicaciones de todo el mundo en tiempo real. En tanto que la agencia Reuters informó gastos británicos por otros 3.500 millones de libras (unos 4.426 millones de dolares), efectuados en noviembre del año pasado mediante la firma de otros contratos secretos con empresas de vigilancia, entre las cuales se encuentra Leolabs.
Vale recordar, que cuando en 2023 se conoció la escandalosa instalación del radar de Leolabs en Tolhuin, el Ministerio de Defensa de la República Argentina publicó extenso informe elaborado de manera conjunta con los máximos organismos de desarrollo espacial del País, donde enumeraron todo el sistema de control y espionaje que posee el radar, ya no solo para el seguimiento de satélites en la atmósfera baja, sino tambien de todas las comunicaciones del país y de la Nación vecina de Chile.
“Desde nuestro propio territorio nacional, podrá monitorear la actividad satelital argentina tanto civil como militar (actividad que utiliza proyectos de satélites de órbita baja), interceptar datos y observar objetivos terrestres, marítimos o detectar Aeronaves”, se detalló en el estudio. Agregando que “la banda de operación declarada por la empresa coincide con la banda de operación de las estaciones terrenas de emisión y recepción de datos en banda S, recepción en banda X y Ka de los satélites argentinos”. Y teniendo en cuenta además, que permite “hacer seguimiento de trayectorias y lanzamiento de los vectores Tronador que nuestro país se encuentra desarrollando desde la CONAE”.
“Desde el punto de vista geoestratégico militar, los sensores radar utilizados en la AGSR tienen la capacidad de uso dual -detallaron los organismos nacionales-. Son radares primarios capaces de seguir blancos no colaborativos, aptos para la identificación de escombro espacial, pero apropiados también para el seguimiento de satélites militares de terceros estados, misiles balísticos intercontinentales, misiles hipersónicos e, inclusive, aeronaves”.
Y para que no quepan dudas de las prestaciones que el gobierno nacional y el de Tierra del Fuego no querían ver, el año pasado Leolabs anunció la firmó de un acuerdo con el Ministerio de Defensa de Reino Unido y con el Departamento de Asuntos Espaciales para el seguimiento y monitoreo de sus propios satélites militares que ya lanzaron al espacio.
FUENTE:
AGENDA MALVINAS