La causa Malvinas se ha vuelto un problema para la gestión de Diana Mondino. El evidente abandono de la intensidad del reclamo por parte del gobierno y algunas las decisiones y alineamientos de política exterior amenaza con hacer perder apoyos históricos.
Como reveló La Política On Line, la última cumbre del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas (C-24) estuvo a punto de someter a votación el tema, pero a última hora se logró alcanzar un documento consensuado.
Sin embargo, hay países que hicieron saber su postura, pidieron la palabra y marcaron distancias. Las razones serían tres: el cambio de la política exterior argentina, la postura anti Agenda 2030 que enoja a los países caribeños que sufren el cambio climático y el alineamiento con Israel, especialmente el traslado de la embajada a Jerusalén, que aleja a los países árabes.
En este marco, Mondino dice que Lagorio fracasó en lograr los apoyos en el C24 y asegura que no cumplió con lo que había prometido durante la campaña para hacerse nombrar Embajador en Nueva York.
Por su parte, el embajador responde que la culpa es la cancillería porque que no "le dan figuritas para cambiar en Naciones Unidas" y la pelea de Milei contra todos hace imposible su trabajo multilateral.
"Se pelea con los árabes y varios países de Medio Oriente nos sacan el apoyo, se pelea con los países vecinos y éstos excluyen la cuestión Malvinas de la declaración del Mercosur, se pelean en la OEA por el cambio climáticos y -como reacción- los caribeños juegan para Reino Unido. Así es imposible, hacer mi trabajo bien. Tu DT hace los goles para los contrarios", afirmaron fuentes cercanas al embajador.
En este marco, Lagorio escribió en un cable secreto dirigido a Mondino en donde sostiene que "varios países disminuyeron su nivel de apoyo debido a decisiones de política exterior argentina en otros asuntos que los afectan directamente".
Se pelea con los árabes y varios países de Medio Oriente nos sacan el apoyo, se pelea con los países vecinos y éstos excluyen la cuestión Malvinas de la declaración del Mercosur, se pelean en la OEA por el cambio climáticos y -como reacción- los caribeños juegan para Reino Unido. Así es imposible, hacer mi trabajo bien. Tu DT hace los goles para los contrarios.
En paralelo al pase de facturas entre Buenos Aires y su representante en la ONU, viene acompañado de una gestión eficiente de Reino Unido que mandó a los legisladores Kelpers a hablar en el C24 como peticionarios y representantes de Malvinas. Lagorio culpa por esto a Mondino por hablar en la campaña a favor de los isleños al plantear que "hay que escucharlos".
Entre los países árabes que cambiaron su posición está Siria (país que históricamente apoya el reclamo argentino) que se negó a apoyar an Argentina en Malvinas porque el gobierno de Milei ataca a Palestina "peor que los propios invasores israelíes".
Una fuente diplomática que trabaja en el tema, detalló que "en África, Sierra Leona rompió el histórico consenso en la Unión Africana y defendió el derecho a la libre determinación de los isleños. Antigua y Barbuda rompió el consenso de la Caricom al pedir por la autodeterminación de los isleños. Por primera vez desde su creación, la Celac no apoyó como grupo regional a la Argentina. Lo mismo sucedió con el Mercosur".
Esta fuente continúa: "Timor Oriental amenazó con agregar en la declaración la palabra "deseos" de los kelpers y expresó que ninguna solución podía ser alcanzada contra la voluntad de los isleños. Fiji sostuvo que en las "Falkland Islands" el "pueblo" ya había decidido su destino pero que lamentablemente la Argentina ignora sus deseos".
"Todos estos hechos muestran que a la política exterior para Malvinas hace agua por todos lados", completa.
Ahora Mondino quiere que Lagorio sea el chivo expiatorio del fracaso de estas negociaciones y le recuerda a los suyos que Lagorio era sciolista.
Sin embargo, el embajador ya no oculta su bronca y le dice a las personas de confianza: "Si yo fuera el canciller, estas cosas no pasarían. La diplomacia es un arte que debe estar en manos de los diplomáticos. En el mundo multilateral las improvisaciones se pagan caro".
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